Baja California.- Lo prometido es deuda, hace unos meses les prometimos emociones fuertes en estas elecciones. El Partido Acción Nacional (PAN) atraviesa por uno de sus momentos más difíciles en Baja California, enfrenta el rechazo de su propia militancia, que se siente traicionada por las decisiones de su dirigente estatal, Mario Osuna Jiménez.
En las elecciones del próximo 2 de junio de 2024, el PAN buscará recuperar las alcaldías de Mexicali y Tijuana, así como obtener algunas diputaciones locales. Sin embargo, los candidatos que ha elegido no han sido del agrado de la base panista, que los acusa de ser impuestos por intereses ajenos al partido.
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En Mexicali, el abanderado del PAN es Francisco Fiorentini, quien no cuenta con el respaldo de los sectores populares, que lo ven como un representante de la élite empresarial, emanado de la Coparmex Mexicali. En Tijuana, la candidata es Mariacarmen Flores, su carrera como periodista en la localidad hizo que lograra recibir el apoyo por parte de los tijuanenses, para ser considerada una figura capaz de representarlos.
Además, el PAN ha generado inconformidad entre sus militantes al reservarse el derecho de designar al candidato del distrito X, sin darles la oportunidad de participar en una elección interna a sus militantes. Esto ha provocado que muchos panistas se sientan excluidos y marginados por su propio partido como es el caso de Luis Pérez Saucedo, quien pretendía subirse al ring y defender su distrito y sus aspiraciones.
En el distrito IX, el PAN ha destinado la candidatura para una mujer, y se perfila una contienda entre Arleth López y Claudia Ramos, ambas con experiencia y trayectoria política. López fue suplente por este mismo distrito en la elección pasada, pero no pudo destacar por la mala campaña de su titular. Ramos es hermana del ex alcalde Jorge Ramos, quien renunció al PAN y se pasó al Partido Verde, apoyando ahora a los candidatos de Morena.
En el distrito XI, el PAN ha categorizado la candidatura como “mixta”, pero el único que a levantado la mano es el actual regidor Enrique Anaya, quien ha sido criticado por su pésimo desempeño y su falta de compromiso con los ciudadanos. Anaya ha sido señalado por votar todo a favor en el cabildo y ser sumiso a las peticiones encomendadas.
Ante este panorama, muchos se preguntan si el PAN ya se dio por vencido en Baja California, si no tiene más opciones para competir, si solo quiere aprovecharse de los recursos públicos, si Mario Osuna no tiene mayores aspiraciones, y si la militancia saldrá a hacer campaña con estos candidatos.
El PAN se enfrenta a un escenario adverso, donde tendrá que luchar contra el descontento de su propia base, el avance de Morena y sus aliados, además del hartazgo de la ciudadanía. ¿Podrá el PAN revertir esta situación, o será el fin de su hegemonía en Baja California?
De los candidatos a las regidurías, de eso, les platicamos mañana.
