Washington, Estados Unidos.- Esta semana, la Corte Suprema de Estados Unidos se enfrenta a dos casos fundamentales que podrían tener un impacto significativo en la forma en que los estadounidenses interactúan en las redes sociales. Los casos, presentados por Texas y Florida, plantean la cuestión central de si los estados deben tener un control más extenso sobre el contenido de las plataformas de redes sociales.
El debate se centra en si las plataformas, como Facebook, TikTok y YouTube, pueden decidir autónomamente qué contenido permitir o eliminar. Los estados buscan evitar que estas plataformas eliminen publicaciones, incluso aquellas que contienen discursos de odio o información falsa. Sin embargo, este intento choca con la Primera Enmienda, ya que podría limitar la capacidad de las plataformas para moderar su contenido.
Las leyes en cuestión, la de Florida y la de Texas, buscan imponer restricciones a la capacidad de las plataformas para moderar contenido. La ley de Florida impide que las plataformas prohíban permanentemente el acceso a candidatos en cargos públicos, incluso cuando publiquen contenido prohibido. Por otro lado, la ley de Texas impide que las empresas moderen contenido en función de los puntos de vista expresados.
En las discusiones del lunes, los jueces expresaron preocupación sobre la amplitud de estas leyes, especialmente la de Florida, que podría aplicarse a plataformas con objetivos muy diferentes, como Uber, Etsy y Gmail. Mientras tanto, la ley de Texas es más restrictiva y se aplica solo a empresas de redes sociales con 50 millones de usuarios activos mensuales.
Los estados argumentan que estas leyes buscan regular el comportamiento comercial de las plataformas de redes sociales. Sin embargo, los críticos, incluido el grupo industrial NetChoice, sostienen que estas leyes infringen los derechos de la Primera Enmienda de las plataformas y podrían tener consecuencias no deseadas.
Este caso destaca la lucha entre la regulación estatal y la libertad de expresión en el ámbito digital. La decisión de la Corte Suprema podría tener un impacto significativo en la forma en que los estadounidenses interactúan en las redes sociales y cómo se maneja el contenido en estas plataformas.
Se espera una sentencia para junio, cuando el tribunal suele dictar muchas resoluciones, y provocaría efectos radicales en la forma en la que las redes realizan sus actividades. “Estos casos determinarían [cómo sería] la libertad de expresión en internet durante una generación”, señala Alex Abdo, director de litigios del Instituto Knight de la Primera Enmienda de la Universidad de Columbia.
Si se aplicaran, las leyes estatales llevarían a “resultados absurdos” porque darían a estafadores, trolls y extremistas odiosos una excusa para abrumar a los sitios web con acusaciones de censura, escribió la Electronic Frontier Foundation (EFF), un grupo de defensa del consumidor.
