Texas, Estados Unidos.- Una devastadora serie de incendios forestales ha dejado una huella trágica en Texas y Oklahoma, consumiendo más de 435,000 hectáreas de tierra y dejando al menos dos personas fallecidas hasta el momento. Los vientos feroces y el aire seco han alimentado las llamas, intensificando la situación y generando una creciente preocupación para el fin de semana.
El Smokehouse Creek Fire se ha convertido en el incendio más grande registrado en Texas, abarcando 435,037 hectáreas y solo contenido en un 3%. En Oklahoma, ha calcinado más de 12,700 hectáreas. Este incendio, junto con otros tres que azotan el Panhandle de Texas, ha destruido vecindarios, obligado evacuaciones y dejado áreas carbonizadas cruciales para la industria agrícola.
Las condiciones meteorológicas adversas, con baja humedad y vientos que superan los 70 kilómetros por hora, han creado el escenario perfecto para la rápida propagación de los incendios en la región. Hasta el momento, el riesgo de incendios sigue siendo alto y se espera que empeore durante el fin de semana, coincidiendo con las celebraciones del Día de la Independencia de Texas.
El incendio ha impactado áreas sensibles, como el condado de Hutchinson, donde una exmaestra de 83 años, Joyce Blankenship, fue encontrada sin vida tras el incendio de su vivienda. Además, la principal instalación para el ensamblaje y desmontaje de armas nucleares de Estados Unidos, Pantex, tuvo que cerrar temporalmente sus operaciones debido a la proximidad de las llamas.
Hasta el jueves 29 de febrero, se han quemado más de 1 millón de acres de pastizales, lo que equivale a casi tres veces la superficie total de la Ciudad de México. Las autoridades no han determinado la causa exacta de los incendios, pero se ha instado a la población a limitar las actividades que podrían generar chispas y a tomar precauciones para garantizar la seguridad.
La magnitud de la destrucción ha llevado a evacuaciones, cortes de energía eléctrica y la pérdida de viviendas y estructuras en el condado de Hutchinson. Las autoridades han movilizado equipos de respuesta a emergencias y se están tomando medidas para contener y controlar los incendios, pero las condiciones climáticas desafiantes presentan un desafío significativo.
La situación sigue siendo dinámica, y se espera que los esfuerzos de extinción se intensifiquen en los próximos días. La tragedia de estos incendios resalta la importancia de la preparación y la precaución en medio de condiciones climáticas extremas, recordando a la comunidad la vulnerabilidad ante la furia de la naturaleza.
