Ciudad de México.- En la conferencia matutina del lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó el caso del normalista Yanqui Kothan Gómez Peralta, quien fue asesinado en Chilpancingo, Guerrero, el jueves de la semana pasada. Contrario a la versión oficial de la policía local, el mandatario negó que el estudiante hubiera disparado contra las autoridades y calificó el incidente como un “abuso de autoridad”.
López Obrador lamentó el suceso y aseguró que el caso no quedará impune. Sin embargo, se cuestiona la discrepancia entre la versión inicial de la policía y la nueva narrativa proporcionada por el presidente. ¿Cómo es posible que se haya sostenido inicialmente que el normalista estaba armado y disparó, para luego retractarse y hablar de abuso de autoridad? Este cambio en la narrativa plantea interrogantes sobre la transparencia y veracidad de la información brindada por las autoridades locales desde el principio.
Además, se destaca que Yanqui Kothan Gómez Peralta participó en las protestas afuera de Palacio Nacional la semana pasada, eventos que culminaron con el derrumbe de una puerta trasera debido a la colisión de una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Este hecho genera más preguntas sobre el trasfondo del normalista y su posible participación en eventos que llevaron a situaciones de tensión en la sede del gobierno. A pesar de ello López Obrador mencionó que su homicidio fue un evento separado que nada tuvo que ver con estos hechos.
“No, son cosas completamente distintas. estos se dio por un abuso de autoridad, ya se va a explicar en qué condiciones y en el caso de Ayotzinapa, estamos investigando, seguimos con la investigación y vamos a continuar con eso”, mencionó.
El mandatario lamentó los hechos y reiteró que no permitirá la impunidad, asegurando que los policías involucrados en el asesinato ya se encuentran detenidos en Guerrero y están a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), que atrajo el caso. Subrayó que no se permitirá ninguna injerencia que busque proteger a los responsables.
En medio de este panorama, el presidente López Obrador también expresó su intención de reunirse directamente con los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, evitando la mediación de abogados y defensores de derechos humanos, pues les acusó de “distorsionar las cosas” y “no actuar con rectitud”.
Esta decisión puede interpretarse como un intento de gestionar la narrativa y la información sin intermediarios, generando más dudas sobre la transparencia en el manejo de estos casos sensibles.
