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OpinologaAtlixco, Puebla.- El legado de Elena Larrea en Cuacolandia, un santuario de caballos ubicado en Puebla, seguirá resonando incluso después de su trágica partida. Fundado en 2019 por esta activista, modelo de contenido para adultos e influencer, Cuacolandia no solo fue un refugio para equinos rescatados, sino también un faro de esperanza en la lucha contra el maltrato animal.
Elena Larrea era conocida por su incansable defensa de los derechos de los animales, especialmente de los caballos, los burros y otras especies vulnerables. A través de su trabajo en Cuacolandia, no solo rescató a decenas de caballos de situaciones de abuso y explotación, sino que también abogó por cambios legislativos para proteger a los animales de la crueldad humana.
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Uno de los logros más destacados de Larrea fue su papel en la tipificación de la zoofilia como delito en Puebla. Gracias a su incansable labor y su colaboración con asociaciones animalistas y legisladores locales, se logró esta reforma histórica en la Ley de Bienestar Animal, inspirada en el caso de Mila, una yegua de apenas un año víctima de maltrato, explotación y abuso sexual que Larrea rescató y cuidó con amor.
Además de proporcionar refugio y cuidado a los caballos rescatados, Cuacolandia también ofrecía sesiones de equinoterapia y psicoterapia asistida con equinos. Larrea creía firmemente en el poder curativo de los caballos y trabajó incansablemente para compartir ese regalo con otros.
La financiación de Cuacolandia era una combinación de ingresos propios y donaciones de personas que visitaban el santuario. Larrea también utilizaba plataformas como OnlyFans para recaudar fondos y concienciar sobre la causa. Su compromiso con el bienestar de los animales se reflejaba en cada aspecto de su vida y su trabajo.
La muerte prematura de Larrea plantea incertidumbre sobre el futuro de Cuacolandia, pero los activistas en las redes sociales han instado al Gobierno estatal a mantener el santuario y garantizar el bienestar de los animales que allí residen. Con más de 80 caballos adoptados y una dedicación inquebrantable a su causa, Elena Larrea dejó un legado imborrable en el mundo de la protección animal.
En redes sociales, seguidores y el Movimiento Animalista de Puebla (MAP) lamentaron su muerte, destacando el trabajo que hizo para ayudar a los caballos, y el amor que les tenía.
Cuacolandia sigue siendo un testimonio de su amor y compromiso con los equinos maltratados, ofreciendo un refugio seguro y una segunda oportunidad para aquellos que han sufrido tanto. Aunque su presencia física ya no está, su espíritu perdura en cada relincho y cada paso firme de los caballos que ella amó y protegió con tanto fervor.
Para visitar Cuacolandia y conocer a todos los ejemplares de caballos, mulas, burros y hasta becerritos, se encuentra abierto de domingo a jueves a todo el público. Se requiere seguir un protocolo, pues únicamente se da acceso con cita llamando al número 222-206-23-59.
Los horarios los asignarán en la llamada y dependiendo del cupo disponible.
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