Chiapas, México.- Una nueva caravana de migrantes, compuesta por alrededor de 3 mil personas provenientes de Centro, Sudamérica y el Caribe, ha partido desde la ciudad de Tapachula, Chiapas, en lo que han denominado el Viacrucis Migrante. Su objetivo es hacer visible la difícil situación en la que se encuentran y demandar al gobierno federal de México la posibilidad de transitar libremente por el país.
La caravana salió portando una gran cruz como símbolo de su travesía y llevando consigo una manta con la frase “asesino de migrantes pobres”, expresando así su frustración y exigencia hacia las autoridades. Acompañados por el sacerdote Heyman Vázquez, los migrantes, incluyendo niños y niñas, recorrieron aproximadamente 15 kilómetros bajo el inclemente sol.
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Este movimiento migrante, conocido como el Viacrucis Migrante, tiene una historia de 14 años y busca visibilizar las duras condiciones en las que viven los migrantes en su travesía hacia Estados Unidos. Los participantes denuncian la violencia y los abusos a los que están expuestos, especialmente por parte de grupos del crimen organizado que los secuestran, extorsionan o incluso desaparecen.
En esta ocasión, la caravana ha encontrado apoyo en la solidaridad de algunos ciudadanos y organizaciones, así como en la iglesia local, que han brindado asistencia humanitaria a los migrantes en su paso por Chiapas. Sin embargo, las condiciones adversas y los riesgos a los que se enfrentan son evidentes, como lo demuestra el relato de Alexander Guillén, un migrante venezolano que ha enfrentado múltiples dificultades desde que dejó su país en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos.
La caravana, que es la segunda que parte de Tapachula en lo que va del año, tiene previsto continuar su camino hacia el centro y norte de México, con la esperanza de llegar a la frontera con Estados Unidos. Su demanda principal sigue siendo la misma: que el gobierno mexicano facilite los procesos de regularización que les permitan viajar de manera segura y legal hacia su destino final.
Mientras tanto, en un contexto marcado por la incertidumbre y los desafíos legales, la caravana avanza en su travesía, enfrentando obstáculos pero también encontrando muestras de solidaridad y apoyo en su camino hacia un futuro mejor.
