Estados Unidos.- En una sentencia histórica emitida hoy por el juez de distrito estadounidense Lewis A. Kaplan, Samuel Bankman-Fried, de 32 años y fundador del intercambio de criptomonedas FTX, fue condenado a 25 años de prisión, seguidos de tres años de libertad supervisada. Además, se le ordenó pagar una suma total de 11 mil millones de dólares en confiscación por su participación en múltiples esquemas fraudulentos.
Bankman-Fried, conocido como SBF, fue declarado culpable anteriormente de una serie de cargos, incluidos fraude electrónico, conspiración para cometer fraude electrónico, fraude de valores, fraude de productos básicos y lavado de dinero, tras un juicio de un mes.
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Según el comunicado del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Bankman-Fried orquestó un elaborado plan para defraudar a los clientes de FTX, desviando miles de millones de dólares de los fondos de los clientes para su uso personal, inversiones y contribuciones políticas, así como para pagar préstamos pendientes de Alameda Research, otra empresa de criptomonedas fundada por él.
Bankman-Fried engañó a los clientes y a los inversores al afirmar repetidamente que los fondos depositados en FTX se mantenían seguros y separados de los activos de la empresa, cuando en realidad desviaba estos fondos para beneficio propio y de Alameda Research. Utilizó diversas tácticas fraudulentas, como la alteración del código informático de FTX, declaraciones falsas a instituciones financieras y la creación de estados financieros falsos.
El Fiscal Federal Damian Williams para el Distrito Sur de Nueva York describió el caso como uno de los mayores fraudes financieros de la historia, que causó un daño extraordinario a las víctimas, incluyendo la aniquilación de los ahorros de toda su vida.
El juez Kaplan autorizó al gobierno a utilizar los fondos recuperados mediante el proceso de decomiso para compensar a las víctimas de los crímenes de Bankman-Fried.
Las autoridades estadounidenses, incluido el Fiscal General Merrick B. Garland y el director del FBI Christopher Wray, destacaron la importancia de esta sentencia como una advertencia para aquellos que buscan utilizar medios fraudulentos para beneficio personal, enfatizando que las acciones fraudulentas tienen consecuencias graves.
