Ciudad de México.- El presunto feminicida serial, identificado como Miguel ‘N’, ha sido detenido en relación con el asesinato de María José, una joven de 17 años en Iztacalco, Ciudad de México. Este hecho ha desatado una serie de investigaciones que han revelado detalles sobre sus actividades criminales. Luego de los hechos ocurridos el pasado 16 de marzo en un departamento de la colonia La Cruz Coyuya, en donde la joven perdió la vida y su madre resultó gravemente herida, autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la CDMX aprehendieron a Miguel ‘N’, señalado como el presunto feminicida.
Según las autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la CDMX, Miguel ‘N’ ha sido señalado como el presunto responsable del feminicidio de al menos siete mujeres más. En el proceso de investigación, la Policía de Investigación (PDI) ha obtenido órdenes de cateo para ingresar a los domicilios que rentaba, donde se han encontrado 20 restos humanos, herramientas de cercenamiento, material quirúrgico y sustancias químicas.
Aunque las autoridades continúan realizando pruebas genéticas para identificar a quienes pertenecían los restos humanos, se predice que eran personas cercanas a él ―como parejas sentimentales y/o amigas―, sexoservidoras e incluso estudiantes.
A pesar de sus acciones atroces, Miguel ‘N’ aparentaba llevar una vida aparentemente normal. Graduado como Químico Bacteriólogo Parasitólogo del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en 2009, trabajaba en un laboratorio y hablaba tres idiomas con fluidez. En redes sociales, compartía fotografías de sus viajes y participaba en marchas a favor de los derechos de los animales y movimientos feministas.
El modus operandi de Miguel ‘N’ implicaba atraer a sus víctimas, muchas de ellas conocidas, a su departamento, donde las asesinaba y desaparecía. Sin embargo, su arresto ha revelado detalles impactantes sobre la magnitud de sus crímenes, incluyendo la posible práctica de necrofilia y fetichismo.
El hallazgo de un diario de crímenes en su departamento ha proporcionado información detallada sobre sus acciones, confirmando la brutalidad y precisión con la que acechaba a sus víctimas. Aunque inicialmente se creyó que el padrastro de María José era el responsable, más tarde se descubrió que era su vecino.
El perfil profesional y social de Miguel ‘N’ lo hacía pasar desapercibido ante la sociedad, lo que dificultaba su identificación como un peligroso criminal. Actualmente, las autoridades continúan realizando pruebas genéticas para identificar a las víctimas y obtener más información sobre sus actividades criminales.
