Rio Grande do Sul, Brasil.- En medio de las graves inundaciones que azotaron el sur del país carioca, un hombre demostró una extraordinaria valentía al lanzarse a rescatar a personas atrapadas por las aguas, a pesar de no saber nadar ni haber usado un kayak antes.
Ivan Brizola, profesor de 59 años y residente en Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, se vio impulsado a actuar cuando las lluvias comenzaron a intensificarse y las advertencias de amigos en el sector de la seguridad le hicieron consciente del riesgo inminente. Ante el peligro inminente, Brizola decidió tomar medidas, alertando a amigos y familiares sobre la gravedad de la situación.
En sus 59 años de vida, Ivan nunca aprendió a nadar sin embargo, eso no le impidió que llevando únicamente determinación y un kayak prestado, se aventuró hacia una de las ciudades más afectadas por las inundaciones. A pesar de tampoco tener experiencia previa en el manejo de esta embarcación, el hombre aprendió rápidamente a navegar en medio de las calles convertidas en ríos.
En una entrevista para medios de comunicación, Brizola compartió su experiencia, describiendo cómo el agua alcanzaba profundidades asombrosas, superando incluso la altura de los transformadores eléctricos. Sin embargo, lejos de sentir miedo, se mantuvo concentrado en su misión de ayudar a sus conciudadanos atrapados por las inundaciones.
“Me sorprendió un poco lo que podía hacer en el kayak”, afirma Brizola, quien asegura encontrarse en excelente condición física tras haber practicado kung fu durante toda su vida, además trabaja en adiestramiento canino, espectáculos y tratamientos de salud para niños con la ayuda de animales. “No podría decir exactamente qué día es. Si preguntas en general, sólo notarás que la gente está concentrada. No saben qué día es. La misión realmente es ayudar a tu hermano”, mencionó.
Junto con otros voluntarios, Brizola participó en el rescate de más de 300 personas, incluyendo a un hombre de 90 años con Alzheimer. Su valentía y habilidad con el kayak le valieron el reconocimiento como un verdadero héroe local, a pesar de que nunca antes había realizado una hazaña similar.
A medida que la tragedia continúa desplegándose en la región, con un aumento en el número de muertos, heridos y personas desplazadas, Brizola y otros voluntarios enfrentan nuevos desafíos. La incertidumbre sobre el futuro y la magnitud de los daños bajo el agua plantean preocupaciones adicionales, pero Ivan se mantiene firme en su compromiso de ayudar en la reconstrucción de su comunidad.
Mientras tanto, el gobierno brasileño ha anunciado medidas de ayuda económica para las familias afectadas y ha reforzado la seguridad ante el aumento de los casos de saqueos y agresiones sexuales en los albergues. En medio de la devastación, la valentía y el sacrificio de personas como Ivan Brizola sirven como un rayo de esperanza.
