Ciudad de México.- La Cancillería mexicana manifestó su satisfacción por la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) respecto a su demanda contra Ecuador. Aunque la CIJ rechazó las medidas cautelares solicitadas por México, el gobierno mexicano se mostró complacido con el reconocimiento de la inviolabilidad de sus instalaciones diplomáticas.
El consultor jurídico de la Cancillería, Alejandro Celorio, declaró ante los medios en La Haya que “el Gobierno de México se siente muy satisfecho por la orden emitida hoy”. Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó la importancia de la decisión sobre las medidas cautelares, enfatizando que el juicio aún no ha concluido. “Son medidas cautelares, todavía no termina el juicio. Lo que se pedía era que se protegiera la embajada. Yo pienso que sí prosperará la demanda, pero va a llevar tiempo”, afirmó el mandatario.
El conflicto se originó tras el asalto de la policía ecuatoriana a la Embajada de México en Quito el 5 de abril, donde Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa, estaba asilado. México solicitó a la CIJ que ordenara a Ecuador respetar y proteger sus instalaciones diplomáticas. Sin embargo, el tribunal internacional determinó que las garantías ofrecidas por Ecuador eran suficientes y no veía urgencia para emitir medidas provisionales. “El Tribunal considera que, en la actualidad, no existe urgencia, en el sentido de que no existe un riesgo real e inminente de perjuicio irreparable para los derechos invocados por la demandante”, afirmó la CIJ en su resolución.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador celebró la decisión, indicando que el fallo confirmaba el carácter innecesario de la solicitud mexicana. “La solicitud de México se hizo sin tener en cuenta las repetidas seguridades de Ecuador de que brindaría plena protección y seguridad a los locales, bienes y archivos de la Embajada de México”, señaló la Cancillería ecuatoriana en un comunicado.
A pesar de este primer revés, López Obrador expresó su desconfianza hacia el gobierno del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, aunque confió en la ayuda del “pueblo hermano de Ecuador” para proteger los bienes de México. Noboa, por su parte, se mostró dispuesto a resolver las diferencias con México siempre que se respete el principio de no intervención y que Jorge Glas no obtenga asilo.
El caso sigue en curso y la resolución final aún está pendiente. México busca un precedente que asegure el respeto al derecho internacional y la protección de sus instalaciones diplomáticas.
