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México

Continuan las tensiones entre el Gobierno Federal y el Rey de España

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Internacional.- La reciente decisión de Claudia Sheinbaum de no invitar al rey Felipe VI a su toma de posesión el 1 de octubre de 2024, continúa generando tensiones diplomática entre México y España. Esta medida, aunque respaldada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha sido vista por el gobierno español como un desaire a la monarquía y ha suscitado una serie de declaraciones por parte de ambas naciones.

En su conferencia matutina del 25 de septiembre, López Obrador defendió la postura de Sheinbaum, señalando que la decisión de no invitar al rey fue de índole política, como cualquier otra relacionada con un cambio de gobierno. Reiteró que apoya a Sheinbaum y que miles de mexicanos también respaldan esta acción. El presidente mexicano aprovechó para destacar que las diferencias de su gobierno no son con el pueblo español, sino con la monarquía, lo cual responde a una transformación política profunda en México, cuyo objetivo es erradicar la corrupción, el clasismo y el racismo.

Por su parte, José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, subrayó que la política exterior española siempre defenderá a sus instituciones, incluida la jefatura del Estado, representada por el rey Felipe VI. En una conferencia desde Nueva York, donde asistía a la Asamblea General de la ONU, Albares reafirmó que España no enviará ninguna delegación oficial a la toma de posesión de Sheinbaum, y lamentó la decisión del gobierno mexicano. Asimismo, recordó que España siempre buscará mantener buenas relaciones con México, pero no aceptará una representación inferior a la del jefe de Estado en un evento de tal magnitud.

El gobierno español ya había manifestado su descontento de manera oficial mediante una “nota verbal” entregada al embajador de México en España, Quirino Ordaz Coppel, en la que expresó su malestar por la exclusión del monarca. Además, el embajador español en México presentó una queja formal ante la Cancillería mexicana, subrayando la importancia de que el rey sea quien represente a España en este tipo de ceremonias internacionales.

A pesar de la tensión diplomática, Sheinbaum desmintió los rumores que circulaban en la prensa española sobre la supuesta invitación a la princesa Leonor como alternativa al rey Felipe VI. La presidenta electa fue tajante al afirmar que solo se invitó al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y rechazó la idea de separar al gobierno de España de la corona, afirmando que su administración seguirá los principios constitucionales de autodeterminación y respeto internacional.

Este desencuentro entre México y España se suma a una serie de tensiones históricas que han marcado la relación entre ambos países. En 2019, AMLO envió una carta a España solicitando un reconocimiento de los agravios cometidos durante la colonización, una misiva que no obtuvo respuesta oficial y que sigue siendo un punto de fricción en la diplomacia bilateral. En este contexto, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, sugirió la necesidad de una “ceremonia de desagravio” para normalizar las relaciones, señalando que el problema no es reciente y tiene raíces profundas en la historia compartida de ambos países.

El gobierno de Pedro Sánchez ha reiterado su interés en mantener buenas relaciones con México, pero ha dejado claro que siempre defenderá la integridad de sus instituciones, especialmente la monarquía. Sin embargo, las declaraciones de figuras políticas como Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, han intensificado la polémica, acusando al gobierno mexicano de ser “totalitario” y de fomentar un discurso de odio hacia España.

En este clima de tensión, el rey Felipe VI tiene previsto inaugurar el Encuentro de las Academias Hispanoamericanas de la Historia el 4 de octubre, un evento que podría ofrecer una oportunidad para reflexionar sobre el pasado compartido y buscar soluciones diplomáticas que beneficien a ambos países en el futuro.

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