Ciudad de México.- Claudia Sheinbaum, en sus primeros 100 días como presidenta de México, ha establecido una estrategia de seguridad centrada en reducir la incidencia delictiva en los diez municipios más peligrosos del país, así como en combatir la violencia que afecta gravemente al estado de Chiapas. Este plan responde a las tareas pendientes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que no logró reducir significativamente la violencia en estos territorios.
El documento titulado “Estrategia de Seguridad de los Primeros 100 Días” pone énfasis en la concentración de homicidios dolosos en ciertos municipios, donde el 25.3% de estos crímenes vinculados a la delincuencia organizada ocurren. En particular, los municipios que se encuentran en la mira del nuevo gobierno, debido a sus alarmantes tasas de homicidios, muy superiores al promedio nacional de 20.5 por cada 100,000 habitantes.
Los municipios identificados como prioritarios en esta nueva estrategia de seguridad, basados en información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), son:
- Colima, Colima con una tasa de 173.2
- Tijuana, Baja California con una tasa de 86.6
- Acapulco, Guerrero con una tasa de 85.3
- Celaya, Guanajuato con una tasa de 68.3
- Cajeme, Sonora con una tasa de 67.4
- Ciudad Juárez, Chihuahua con una tasa de 64.1
- Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco con una tasa de 42.9
- Chihuahua, Chihuahua con una tasa de 38.9
- León, Guanajuato con una tasa de 36.9
- Benito Juárez, Oaxaca con una tasa de 34.6
De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), estos diez municipios han sido identificados como focos rojos debido a la presencia de poderosos cárteles del narcotráfico, como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), entre otros grupos criminales regionales. En estos territorios, la violencia se ha intensificado debido a las disputas por el control del tráfico de drogas, la extorsión y otras actividades ilícitas.
Sheinbaum, consciente de la complejidad de la situación, planea implementar un gabinete alterno de seguridad para mejorar la inteligencia y las capacidades operativas de las instituciones de seguridad. Este gabinete estará conformado por diversas dependencias como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y Pemex Logística, con el objetivo de combatir el financiamiento ilícito y el lavado de dinero, elementos clave para debilitar a las organizaciones criminales.
En Chiapas, la estrategia del nuevo gobierno incluye tanto acciones operativas como un enfoque en las causas estructurales de la violencia. Doce municipios, incluidos Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, concentran la mayor parte de los homicidios en este estado, donde además se registran altos niveles de violencia relacionada con el tráfico de personas migrantes y otros delitos. La propuesta de Sheinbaum para Chiapas incluye fortalecer los programas sociales de Bienestar, aumentar la presencia de fuerzas de seguridad y promover el desarrollo comunitario como mecanismos para pacificar la región.
Otro punto clave en la estrategia de seguridad de Sheinbaum es el combate a la extorsión en el sector productivo del limón en Michoacán, una problemática que ha escalado a tal nivel que los productores de limón en municipios como Apatzingán y Buenavista realizaron un paro en protesta contra el crimen organizado. El cobro de piso afecta todas las etapas de producción, desde la cosecha hasta la comercialización del limón, lo que ha convertido esta actividad en un lucrativo negocio para los grupos delictivos.
El gobierno de Sheinbaum, además de atender la situación en Michoacán, ha identificado a 11 cabecillas de los grupos criminales responsables de la extorsión en la región y planea reforzar las acciones militares y policiales en colaboración con las fuerzas estatales para proteger a los productores.
