Venezuela vivió este viernes un día decisivo con la toma de posesión de Nicolás Maduro para su tercer mandato presidencial, un evento marcado por la polémica y las acusaciones de fraude por parte de la oposición. La juramentación se adelantó debido al intento de la oposición de asumir el cargo, que finalmente no se concretó.
Maduro, quien enfrenta denuncias de fraude tanto dentro como fuera de Venezuela, defendió su investidura y afirmó que, a pesar de los intentos por impedirla, su toma de posesión fue constitucional. “Esta toma de posesión constitucional no la pudieron impedir y es una gran victoria venezolana”, expresó.
Durante su juramentación, Maduro prometió cumplir con la Constitución y las leyes del país, asegurando que su nuevo mandato será un período de “paz, prosperidad, igualdad y nueva democracia”.
Sin embargo, la oposición sigue sin reconocer su legitimidad. Edmundo González Urrutia, quien según los opositores ganó las elecciones de julio de 2024, no pudo regresar a Venezuela para asumir el cargo, debido a restricciones del régimen. Desde el exilio, González prometió retornar en el momento adecuado para asumir la presidencia.
María Corina Machado, líder opositora, afirmó que Maduro consolidó un golpe de Estado al tomar posesión y violar la Constitución. Además, la oposición asegura que González obtuvo el 70% de los votos en las elecciones de 2024, mientras que el Consejo Nacional Electoral, controlado por el oficialismo, proclamó a Maduro como ganador con el 52%.
Estados Unidos también expresó su apoyo a González, reconociéndolo como el presidente legítimo de Venezuela y rechazando la reelección de Maduro.