El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el secretario de Estado Marco Rubio, ha ordenado la suspensión inmediata de casi todos los programas de ayuda exterior. Esta decisión, según informó el Financial Times, se debe a una revisión para asegurar que los programas estén alineados con las políticas del presidente Donald Trump.
La medida afecta miles de millones de dólares en contratos de asistencia internacional gestionados por agencias como USAID, y que abarcan países de todo el mundo. Rubio ha instruido a los funcionarios del Departamento de Estado y USAID a detener todos los nuevos desembolsos de ayuda extranjera mientras se lleva a cabo una revisión exhaustiva, proceso que podría extenderse hasta 85 días.
Durante este tiempo, el futuro de cientos de contratos de ayuda exterior, que en 2022 sumaron más de 70 mil millones de dólares, quedará en suspenso. Además, toda ayuda extranjera deberá ser aprobada directamente por el secretario de Estado, centralizando así la verificación dentro de su oficina.
La medida responde a una orden ejecutiva firmada por Trump al inicio de su mandato, que criticaba la “industria y burocracia de la ayuda exterior” por no alinearse con los intereses de Estados Unidos. A pesar de la suspensión general, se han establecido excepciones, como la financiación militar para Israel y Egipto, así como la ayuda alimentaria de emergencia.