El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajará este viernes a la zona occidental de Carolina del Norte, afectada por huracanes, y a Los Ángeles, devastada por incendios forestales. En su primer viaje de su segundo mandato, Trump recorrerá áreas donde la política ha complicado la respuesta a desastres, criticando tanto al gobierno de Biden como a los líderes de California por sus políticas relacionadas con el agua, a las que atribuye falsamente el agravamiento de los incendios.
Trump también está evaluando reestructurar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), con propuestas de aliados conservadores que sugieren reducir los reembolsos a los estados por la gestión de calamidades. Además, la Casa Blanca ha solicitado a congresistas de California, incluidos demócratas, organizar una mesa redonda en Santa Mónica durante la visita de Trump.
Este viaje podría generar controversia, ya que Trump ha utilizado la ayuda federal en desastres como herramienta política en el pasado, sugiriendo que se debe usar como moneda de cambio en negociaciones sobre el endeudamiento gubernamental. Durante su mandato anterior, Trump también enfrentó críticas por sus declaraciones y acciones durante visitas a zonas afectadas por desastres, como lanzar toallas de papel en Puerto Rico tras el huracán María.
El viaje también podría generar debates incómodos sobre el cambio climático, tema que Trump ha minimizado, a pesar de que tanto el huracán Helene como los incendios en Los Ángeles fueron exacerbados por el calentamiento global. Después de su visita, Trump tiene planeado un mitin en Las Vegas el sábado, donde detallará su promesa de excluir las propinas de los impuestos federales y celebrará su victoria electoral en Nevada.