Panamá rechazó nuevamente las acusaciones de Estados Unidos sobre la influencia y control de China en el Canal de Panamá, y decidió excluir el tema de su agenda bilateral durante la visita del comandante del Comando Sur de EE. UU., Alvin Holsey. La polémica surgió tras la llegada del presidente Donald Trump, quien alegó que China tiene presencia militar en la zona y que Panamá impone tarifas elevadas a los buques estadounidenses.
El presidente José Raúl Mulino instruyó a su canciller, Javier Martínez Acha, a rechazar cualquier mención de este tema durante las reuniones con Holsey. Mulino calificó las acusaciones de “mentiras” y afirmó que no se discutirían durante la visita.
El gobierno de Panamá ha negado repetidamente estas acusaciones, mientras trabajaba en acuerdos de cooperación con Estados Unidos. El tema fue incluido en la agenda de la visita, según un comunicado de la embajada estadounidense, que mencionaba la colaboración en temas de seguridad, pero el acuerdo final solo abordó cuestiones relacionadas con amenazas cibernéticas.
Mulino reiteró que la agenda bilateral debe centrarse en cuestiones reales y que Panamá no discutirá lo que considera falso. Además, comentó que el país está trabajando en una estrategia para contrarrestar las acusaciones internacionales. Por su parte, la embajada de China en Panamá también rechazó las acusaciones de EE. UU., asegurando que nunca ha intervenido en la gestión del Canal.