Como respuesta a los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump a productos canadienses, varias cafeterías en Canadá han comenzado a llamar al café americano “café canadiense”, como un gesto simbólico de orgullo y resistencia.
La idea surgió tras una publicación en Instagram de una empresa de Columbia Británica, que animaba a otros negocios a modificar el nombre en sus menús. Aunque la publicación fue eliminada, muchas cafeterías adoptaron el cambio.
Esta medida se da en el contexto de los aranceles del 25% impuestos a las importaciones de Canadá y México, lo que podría agravar la inflación y afectar el crecimiento económico regional.
El fenómeno ha trascendido el ámbito cafetero. En otros sectores, se han creado aplicaciones para promover productos canadienses, y en eventos deportivos, algunos aficionados han abucheado el himno nacional de Estados Unidos como muestra de protesta.