México ha cumplido con su compromiso. Tal como lo acordó con el gobierno de Donald Trump, y como respuesta a la amenaza de imposición de aranceles, el país ha tomado medidas decisivas en solo 22 días (del 5 al 27 de febrero) para fortalecer la seguridad en su frontera y combatir de manera más efectiva el narcotráfico que abastece de drogas a Estados Unidos.
Entre las acciones implementadas, se desplegaron 10,000 soldados en la frontera, conforme al acuerdo entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump durante una llamada telefónica. Además, se puso en marcha el operativo “Frontera Norte”, que ha resultado en la detención de casi 1,000 criminales, el decomiso de 900 armas y la incautación de 16,500 kilos de droga.
También se logró la captura de los líderes responsables de las extorsiones a aguacateros y limoneros de Michoacán, y se extraditaron a Estados Unidos a 29 narcotraficantes que estaban en cárceles mexicanas y tenían pendientes con la justicia estadounidense.
El 4 de marzo vence el plazo que Trump había establecido para la imposición de aranceles a México y Canadá, una amenaza que ha sido constante desde su llegada al poder. Según declaraciones del presidente estadounidense, esta medida tiene como objetivo presionar a ambos países para que refuercen la protección de sus fronteras contra el flujo de migrantes indocumentados y de drogas como el fentanilo.
Desde la frontera sur, las autoridades mexicanas también han logrado contener las caravanas de migrantes, y aquellos que ya se encuentran en el país han podido optar por trabajar aquí, mientras que los que no desean hacerlo han sido regresados a sus países de origen.