Una tradición gastronómica de Tijuana cerró sus puertas: el restaurante español “Lorca” fue desalojado esta mañana tras más de dos décadas de servicio, luego de que se le triplicara la renta del local.
El dueño, Gerardo Ávila, de 70 años, lamentó la decisión y aseguró que el procedimiento no fue justo. “Nos dijeron que esto ya era el Polanco de Tijuana”, declaró entre lágrimas, preocupado por los 22 empleos perdidos.
Vecinos, clientes y empleados ayudaron a desalojar el inmueble; algunos ofrecieron guardar mobiliario, otros donaron los alimentos a la Casa de los Pobres.
“Siempre hicimos las cosas bien… pero así no se hacen las cosas”, concluyó Ávila con la esperanza de que su legado no se pierda.