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Política

Montserrat vuelve. No como exalcaldesa, sino como ciudadana con temple

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Foto: Web

TIJUANA.– A ocho meses de dejar el cargo, Montserrat Caballero regresó al Ayuntamiento de Tijuana. Esta vez, sin investidura, sin escoltas, sin alfombra institucional. Lo hizo como ciudadana y lo hizo de frente.

Compareció ante la Sindicatura Procuradora por una denuncia anónima relacionada con su gestión. No hubo evasivas, tampoco show mediático. Solo una exalcaldesa que, lejos de esconderse, dio la cara y mandó un mensaje directo: “El partido sigue siendo del pueblo, y yo sigo comprometida con él.”

Acompañada por su exoficial mayor, Marcelo Machain, Montserrat reafirmó su confianza en las instituciones y su disposición a colaborar. “No busco que me perdonen nada… busco que se hagan las cosas conforme a derecho”, dijo con claridad. No fue una defensa, fue un acto político en clave de respeto.

En tiempos donde sobran los gritos y faltan los principios, la Caballero se paró sin aspavientos, sin apuntar culpables, sin prender el ventilador. Asumió su momento y aprovechó para enviar un mensaje más grande: la unidad dentro del movimiento importa. Y se nota.

Aplaudió, por ejemplo, la captura reciente de “El Flaquito”, como resultado de la coordinación entre niveles de gobierno. Pero también –y sin dobleces– celebró el inesperado acercamiento entre Marina del Pilar y Jaime Bonilla: “Me encanta que se lleven bien”. En pocas palabras: ella sí entendió la jugada nacional.

¿Buscará algo en 2027? Quizá. Lo dejó abierto. “Lo importante es qué quiere Baja California, no qué quiere una persona.” Se reafirmó como militante de Morena, aunque también dejó entrever que el camino político no se agota en un solo partido.

Sobre su patrimonio, fue puntual: los recursos provinieron de su esposo y de empresas en EE. UU. “Nunca salió dinero de Tijuana hacia otras cuentas ni durante ni después de mi gestión.” Y lo documentará.

De lo personal, solo una línea: “Mi única molestia es no poder estar con mi esposo en San Francisco. Pero a San Francisco puedo ir mañana.” Duro, suave, certero.

Montserrat Caballero no ha dicho su última palabra y volvió a escena política no como víctima, ni como mártir, sino como una figura con pasado, con experiencia y con futuro.

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