Published
2 months agoon
By
Redacción
La historia moderna de Playas de Rosarito no se puede contar sin el nombre de Hugo Eduardo Torres Chabert, empresario, político y ciudadano comprometido, cuya huella continúa moldeando el presente de esta comunidad fronteriza. A través del turismo, la gestión pública y el desarrollo social, su legado sigue vivo en el día a día de quienes habitan y visitan esta ciudad costera.
Desde 1974, Hugo Torres lideró la expansión del icónico Rosarito Beach Hotel, convirtiéndolo en un símbolo de hospitalidad e innovación en Baja California, la construcción de sus torres (Playas, Coronado y Pacific) no solo elevó el perfil turístico de la región, sino que introdujo un modelo de desarrollo sostenible que combinaba la inversión con identidad local, este emprendimiento fue la plataforma desde la que impulsó una visión integral de progreso.
Pero su influencia fue más allá del ámbito empresarial, como miembro activo del Comité Pro-Municipio y del grupo “Madrugadores”, Hugo Torres desempeñó un papel clave en la lucha por la municipalización de Rosarito, lograda en 1995. Fue el primer presidente del Consejo Municipal y regresó más tarde como alcalde (2007–2010), en uno de los periodos más complejos para la ciudad, marcado por la violencia e inseguridad. Su liderazgo fue firme, ético y transparente: implementó mecanismos de control policial innovadores y logró recuperar la confianza de la ciudadanía.
Su estilo de gobierno fue cercano y accesible, escuchaba a sus vecinos, recorría calles y creía en el poder de la comunidad organizada, esa cercanía, sumada a su coherencia y compromiso, le ganó el respeto de distintos sectores, más allá de colores políticos.
Además, su vocación educativa y cultural se cristalizó en iniciativas como la Horizontes Cultural Foundation, que apoya a jóvenes destacados y promueve el desarrollo integral,
en su libro autobiográfico Mi Compromiso con Rosarito, publicado en 2024, deja testimonio de una vida guiada por valores como la disciplina, el servicio y el amor por su tierra.
Hoy, más que una memoria, Hugo Torres es una presencia activa en Rosarito: en cada turista que llega, en cada joven que se forma, y en cada ciudadano que sueña con una ciudad más justa. Su legado no es pasado; es presente en movimiento.
Más de mil 500 corren contra el cáncer de mama en Tijuana
Burgueño amplía rutas de basura en Colinas de California
Marina del Pilar reporta 96% de avance en la obra
Tijuana mejora percepción de seguridad pública
Familiares protestan previo a audiencia del caso Silvia’s
Piden castigos más duros por crueldad animal