En la dinámica de una ciudad como Tijuana, que crece y se transforma día a día, contar con representantes sensibles y cercanos a la gente resulta fundamental. En ese sentido, la regidora Sandra Betsaida Magaña Ríos ha sabido desempeñar con compromiso su papel en el Cabildo, conjugando tres dimensiones que enriquecen su labor: el trabajo institucional, la acción comunitaria y la vida familiar.
Desde su responsabilidad como coordinadora de la fracción del PAN en el Ayuntamiento de Tijuana, Sandra Magaña ha mantenido un liderazgo firme y conciliador, velando porque las decisiones del Cabildo respondan a las necesidades ciudadanas. Como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Migración y Asuntos Indígenas, ha impulsado propuestas que fomentan la convivencia armónica, como la creación de una Oficialía Conciliadora que busca resolver diferencias vecinales a través del diálogo.
Su cercanía con la comunidad se refleja en acciones concretas: jornadas de limpieza, encuentros con vecinos y la escucha permanente de inquietudes que llegan desde colonias diversas. Estos esfuerzos fortalecen no solo la imagen urbana, sino también el tejido social, al promover la corresponsabilidad y el sentido de pertenencia.
Sin embargo, más allá de su rol público, la regidora Magaña también demuestra una faceta que inspira a muchas mujeres: la de madre atenta y presente. Entre reuniones de comisión, proyectos de partido y actividades comunitarias, encuentra el espacio para atender su hogar y acompañar a su familia. Este equilibrio cotidiano confirma que las mujeres son capaces de ejercer múltiples funciones con talento, sensibilidad y determinación, siendo motor de cambios tanto en la esfera pública como en la privada.
La experiencia de Sandra Magaña Ríos es un recordatorio luminoso de que la política puede ejercerse con humanidad, cercanía y perspectiva de género. Su labor en Tijuana encarna el esfuerzo constante por atender a la ciudadanía sin perder la esencia de lo más valioso: la familia. En ella se refleja la capacidad femenina de multiplicarse en diferentes ámbitos, aportando energía y visión a cada uno de ellos.
De este modo, su ejemplo fortalece la confianza en que el servicio público, cuando se ejerce con dedicación y equilibrio, puede ser a la vez una herramienta de transformación social y una inspiración para futuras generaciones.
