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Opinologa
Francia.- El 26 de julio de 2024, la red ferroviaria de alta velocidad de Francia, operada por la Société Nationale des Chemins de fer Français (SNCF), fue blanco de un ataque organizado que resultó en la interrupción masiva del servicio ferroviario. Este ataque, que tuvo lugar horas antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, ha sido calificado por las autoridades como un acto de sabotaje deliberado, diseñado para causar el mayor impacto posible en el sistema de transporte.
Los actos de vandalismo se centraron en las líneas de alta velocidad, específicamente en las que conectan París con destinos clave en el norte, este y oeste del país, afectando a ciudades como Lille, Burdeos y Estrasburgo. La SNCF informó que se provocaron incendios intencionados en conductos de cables críticos que son esenciales para la señalización y la comunicación de los trenes.
Según el director de la SNCF, Jean-Pierre Farandou, los atacantes lograron causar daños significativos al afectar intersecciones de la red, lo que cortó múltiples líneas y complicó aún más las reparaciones.
Las repercusiones del ataque fueron inmediatas. Aproximadamente 800,000 pasajeros se verán afectados por la cancelación de trenes y la formación de largas colas en las estaciones de tren de París. Estaciones clave como Gare Du Nord y Gare de l’Est se llenaron de viajeros varados, muchos de los cuales intentaban obtener información sobre sus viajes. A medida que la SNCF trabaja para restablecer el servicio, se están desviando algunos trenes Eurostar y otros servicios de larga distancia, aunque esto implica retrasos adicionales.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, calificó estos actos como “saboteo” y subrayó la magnitud y gravedad del impacto. Las autoridades de seguridad están en la búsqueda de los responsables, y se ha abierto una investigación judicial que podría resultar en penas de hasta 20 años de prisión y multas significativas.
La respuesta ante esta crisis ha sido coordinada. La SNCF ha movilizado miles de trabajadores para llevar a cabo las reparaciones necesarias, que se estima durarán todo el fin de semana debido a la complejidad del daño. Los incendios afectaron no solo a la infraestructura física, sino también a los sistemas de señalización que son fundamentales para la seguridad de los trenes. El prefecto de París, Laurent Nunez, ha aumentado la presencia policial en las estaciones para garantizar la seguridad de los pasajeros y de las instalaciones.
Aunque no se ha atribuido la responsabilidad del ataque a ningún grupo específico, la cercanía de los Juegos Olímpicos de París ha llevado a muchos a especular sobre posibles motivaciones. La presidenta de la región de París, Valérie Pécresse, habló de un “intento de desestabilización” del país en un momento crucial. Los ataques coordinados, que ocurrieron casi simultáneamente en varias ubicaciones, sugieren un nivel de planificación y conocimiento técnico que podría implicar a un grupo organizado.
Este ataque plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de las infraestructuras críticas en Francia. La red ferroviaria, que es fundamental para la movilidad tanto de locales como de turistas, se enfrenta a un desafío importante no solo en términos de reparación, sino también en la confianza pública en la seguridad de los viajes en tren. La SNCF, que ya se encuentra en una situación de alta presión debido a la afluencia esperada de visitantes para los Juegos Olímpicos, deberá implementar medidas adicionales para restaurar la confianza en su capacidad operativa.