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Miles huyen tras los incendios forestales de California y Nevada

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Internacional.- Los incendios forestales que azotan California y Nevada han generado una crisis sin precedentes en la región, forzando la evacuación de miles de hogares y causando una extensa devastación. Uno de los focos más graves es el “Incendio Line”, ubicado en el condado de San Bernardino, California, el cual ha crecido exponencialmente desde su inicio el jueves pasado, alimentado por las condiciones extremas de calor y el terreno seco. Este incendio ha consumido más de 17,237 acres (6,975 hectáreas) hasta la mañana del domingo, creando un panorama devastador para los residentes locales y desafiando los esfuerzos de contención de las brigadas de emergencia.

El “Incendio Line” ha multiplicado su tamaño en tan solo unas horas, obligando a las autoridades a emitir órdenes de evacuación para más de 4,800 viviendas en zonas como Running Springs, Arrowbear Lake y partes de Highland. Según Cal Fire, más de 8,733 estructuras están en peligro, incluyendo viviendas unifamiliares, multifamiliares, y edificios comerciales. La situación es tan crítica que se ha generado un estado de emergencia en el condado de San Bernardino, proclamado por el gobernador Gavin Newsom, lo que ha permitido acceder a fondos y recursos adicionales a través de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA). Esta ayuda incluye subvenciones para el manejo de incendios, apoyo para los residentes desplazados y medidas de alivio, como exenciones de tarifas para la reposición de documentos esenciales.

Uno de los elementos más alarmantes de este incendio es que ha generado su propio clima, en forma de nubes pirocúmulos. Estas formaciones pueden provocar vientos erráticos, lo que complica aún más los esfuerzos de los bomberos para contener el fuego, que ya cuenta con el apoyo de más de 500 efectivos. Además, las altas temperaturas, que alcanzan entre los 95 y 105 grados Fahrenheit en el sur de California, han empeorado la calidad del aire, con una alerta de contaminación por partículas finas emitida por el Servicio Meteorológico Nacional. Los vientos erráticos y las nubes pirocúmulos también han incrementado el riesgo de tormentas eléctricas, que podrían agravar aún más la situación.

La comunidad local ha respondido con acciones valientes. Residentes como Brian Gano han intentado combatir las llamas por cuenta propia, mientras que otros, como Diya Hirpara, han tomado precauciones como almacenar suministros en caso de una evacuación inminente. Sin embargo, la magnitud del desastre sigue creciendo, y se espera que continúe afectando la región en los próximos días debido a las condiciones meteorológicas adversas. En paralelo, la Cruz Roja Americana ha establecido refugios para los evacuados, ofreciendo un lugar seguro para aquellos que han tenido que abandonar sus hogares.

Mientras tanto, en Nevada, el incendio Davis, impulsado por fuertes vientos, ha quemado más de 1,500 acres (607 hectáreas) al sur de Reno, destruyendo al menos seis estructuras. Alrededor de 1,800 personas han sido evacuadas, y la empresa NV Energy ha cortado el suministro eléctrico a más de 18,700 clientes para evitar que las líneas eléctricas provoquen nuevos focos de incendio.

Estos incendios se desarrollan en medio de una ola de calor histórica en el oeste de los Estados Unidos, con temperaturas que superan los 40 grados centígrados en varias áreas, lo que ha reactivado la temporada de incendios forestales en la región. Según el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional, se esperan más días de calor extremo, lo que dificultará los esfuerzos de contención. Esta combinación de altas temperaturas, vientos erráticos y vegetación extremadamente seca ha creado las condiciones perfectas para una rápida expansión de los incendios, poniendo en peligro tanto a las comunidades locales como a los bomberos que luchan por controlar las llamas.

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