Tijuana .– Con el corazón en la mano y sin respuestas claras, María Inés Corona continúa la incansable búsqueda de su hijo, Miguel Guardado Corona, de 22 años, quien desapareció el pasado 21 de marzo tras salir de su casa rumbo a la colonia Delicias 1, donde visitaría a un amigo.
Desde entonces, María Inés acude cada tercer día a las instalaciones del SEMEFO, ubicadas en el bulevar Fundadores, con la esperanza de no encontrar ahí a su hijo, pero también con la necesidad de descartar cualquier posibilidad dolorosa.
Miguel trabajaba como conductor de Uber, sin embargo, esa noche no encendió la aplicación. Según la madre, recogió a un amigo con quien supuestamente pasaría la noche, pero al no regresar a casa, María Inés se puso en contacto con la familia de dicho amigo, quienes aseguraron no saber nada sobre su paradero.
Testigos aseguran haber visto a una persona conduciendo el vehículo de Miguel en la zona de Venados. Más tarde, el auto fue localizado abandonado en el bulevar 2000, a la altura de El Laurel.
Pese a haber presentado la denuncia ante la Fiscalía General del Estado, la madre señala que no ha recibido seguimiento, ya que las personas encargadas del caso salieron de vacaciones sin dejar a nadie al frente. También ha solicitado la revisión de las cámaras de vigilancia en el área donde apareció el vehículo, sin obtener respuesta.
Ante la falta de apoyo institucional, María Inés ha buscado respaldo en el colectivo Armadillos, con quienes planea realizar en los próximos días una jornada de búsqueda, posiblemente en la zona de Urbi, como parte del esfuerzo por localizar a Miguel.
“Solo quiero encontrar a mi hijo”, expresa entre lágrimas María Inés, quien exige a las autoridades que hagan su trabajo y que el caso de Miguel no quede en el olvido.
