Todos tenemos en nuestra cabeza la imagen del caballo corriendo a todo galope en busca de lograr atrapar la zanahoria inalcanzable, la misma motivación por devorarla le permite no perder el paso y ganar la carrera; en la política mexicana sucede lo mismo, los actores desenfrenados, desesperados buscan la reelección o estadía en el poder como el caballo a su zanahoria.
Como ya lo mencionamos en nuestra publicación “Rumbo a las elecciones 2024” muchos, si no es que todos ellos, están interesados en la reelección de sus puestos de privilegio, pero ¿Quienes tienen el derecho a reelegirse?…Específicamente y después de la reforma a la Ley Electoral del Estado de Baja California en el Artículo No. 21 y No. 30 hablan de este derecho para los Diputados Locales, Alcaldes, Regidores y Síndicos.
Para ello deben de cumplir una serie de requisitos muy claros, pero hoy no queremos abordar ese tema, dejemos que él o las interesadas se preocupen por acreditarlo en su momento, lo que a nosotros nos concierne como espectadores beneficiarios o relegados, es calificar si son merecedores a la permanencia o castigados por el voto ciudadano.
Ya empezamos a ver una saturación en las diversas plataformas digitales con notas editoriales y hasta encuestas de los interesados con el objetivo de destacar o justificar el trabajo que les fue conferido con el voto, y es precisamente aquí donde entra nuestro trabajo y debemos de calificarlos detenidamente, no solo a los que fueron favorecidos por el voto, si no también aquellos que están ahí, casi invisibles ante los medios por ser una oposición “considerada”; ¿Cuál oposición?
Si bien los que triunfaron en las urnas tienen que realizar las tareas que prometieron inclusive gobernar mejor que sus antecesores, los que están en el ojo del huracán también son los de oposición, quienes deberán de mostrar el trabajo legislativo en favor de la sociedad, contacto con la comunidad, exponer y denunciar errores pero brindar alternativas de solución, ejercer contra pesos, pero aquí una pregunta reflexiva, estos personajes fortalecidos por su puesto ¿han sabido ser oposición?, ¿han señalado los actos de corrupción?, ¿han exigido la rendición de cuentas? o ¿viven siendo comparsa?.. ¿Será que todo está excelentemente bien? ¿No hay nada que mejorar? ¿Quién si merece reelegirse? Esto mi estimado lector es lo que debemos preguntarnos el próximo 2 de Junio del 2024, fecha en que nuestro voto tendrá una cita con la historia.
