Estados Unidos.- El fiscal especial Jack Smith ha hecho un movimiento significativo en la investigación contra el expresidente Donald Trump, solicitando a la Corte Suprema de Estados Unidos que tome una decisión sobre la cuestión de la inmunidad presidencial.
En un documento presentado ante el máximo tribunal, Smith pide a los magistrados que intervengan “lo antes posible” para determinar si un exmandatario es “completamente inmune” de ser imputado con cargos federales.
La petición de Smith es un paso crucial en el proceso legal y podría tener implicaciones significativas para la responsabilidad de los presidentes una vez que dejan el cargo. Los fiscales federales han rechazado la “inmunidad absoluta” exigida por Trump, argumentando que “nadie en este país, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley” y que un presidente no puede ser completamente inmune a procesamientos penales.
Esta solicitud al Supremo es un paso crucial en el proceso legal y podría tener implicaciones significativas para la responsabilidad de los presidentes una vez que dejan el cargo. La decisión de la Corte Suprema será muy esperada, ya que establecerá un precedente importante sobre los límites de la inmunidad presidencial y la igualdad de todos ante la ley.
El intento de Trump de invocar en su defensa la inmunidad presidencial ha sido visto por parte de observadores legales como una estrategia que puede resultar en una demora del inicio del juicio, mientras dicho argumento se abre camino hacia la Suprema Corte, de dominio conservador.
La situación es un reflejo de la tensión entre el principio de que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y la protección que se otorga a los líderes electos durante y después de su mandato.
