París, Francia.- Este lunes, Francia marcó un hito al convertirse en el primer país en el mundo en consagrar el derecho al aborto en su Constitución. El Parlamento francés votó a favor de modificar la Constitución de 1958 para garantizar la “libertad garantizada” de las mujeres para interrumpir voluntariamente el embarazo. Esta medida, respaldada por más del 90% de los diputados y senadores, representa un avance significativo en los derechos reproductivos y feministas en el país.
El presidente francés, Emmanuel Macron, quien respaldó esta medida, podría promulgarla el próximo viernes 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. Esta reforma constitucional no solo es la primera de su presidencia, sino que también se destaca como una de las políticas feministas más ambiciosas desde que asumió el cargo en 2017.
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La modificación constitucional responde a la percepción de que, a pesar de que el derecho al aborto está consagrado por ley en Francia desde 1975, sigue siendo vulnerable y sujeto a cambios políticos. El primer ministro, Gabriel Attal, subrayó la importancia de proteger este derecho, señalando que estaba “en peligro” y “a merced de quienes toman las decisiones”.
Sin embargo, críticos de la medida acusan al presidente Macron de utilizar la causa para impulsar su credibilidad política de izquierda, considerando que el derecho al aborto ya estaba respaldado por la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789, que técnicamente forma parte de la Constitución.
La decisión de modificar la Constitución en este sentido fue influenciada por acontecimientos recientes en Estados Unidos, donde el Tribunal Supremo eliminó el derecho al aborto en 2022, dejándolo en manos de las legislaciones estatales. Francia ha respondido a este contexto global reforzando y garantizando aún más este derecho fundamental.
El cambio constitucional ha sido ampliamente respaldado por la opinión pública en Francia, con alrededor del 86% de la población a favor de la modificación, según encuestas recientes. Aunque la nación de izquierda ha experimentado ciertos desplazamientos políticos en la última década, en temas como la inmigración o el islam, la opinión pública sigue siendo progresista en asuntos como la interrupción del embarazo y la igualdad de género.
El procedimiento para incorporar el derecho al aborto en la Constitución requería una votación en formato Congreso, con la participación de los 925 diputados y senadores en Versalles, misma que tuvo una amplia mayoría de 780 votos a favor y 72 en contra.
Aunque este hito representa un avance significativo para los derechos de las mujeres en Francia, algunos críticos señalan que el plazo para la interrupción del embarazo en el país (14 semanas) es inferior al de otras naciones europeas como España (22 semanas) o el Reino Unido (24 semanas). Se estima que entre 3,500 y 5,000 mujeres francesas viajan al extranjero anualmente para acceder a servicios de aborto más allá de las 14 semanas.
