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OpinologaLondres, Inglaterra.- El enigmático artista Banksy dio a conocer su más reciente colección, cuya última obra, un lobo aullando a la luna pintado en una antena parabólica, mismo que fue robado apenas una hora después de ser reivindicado por el propio artista en su cuenta de Instagram.
El grafiti en cuestión apareció en el barrio de Peckham, al sur de Londres, y sigue una reciente serie de creaciones de Banksy, todas ellas protagonizadas por animales. El lobo, que parecía aullar a la luna desde su posición en la antena parabólica, se convirtió rápidamente en un objeto de deseo.
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Según testigos como Tom Kellow, el robo fue ejecutado por tres hombres que utilizaron una escalera para acceder al techo y desmontar la antena. “Tenían una escalera. Había uno en el techo y los otros vigilaban la escalera”, describió Kellow a una agencia de noticias.
La policía londinense confirmó haber recibido una denuncia poco antes de las 13 horas del jueves, pero hasta el momento no se ha detenido a ningún sospechoso. Este robo es el más reciente de una serie de eventos que han capturado la atención del público y de los medios de comunicación, dado que se trata de la cuarta obra que Banksy ha desvelado en tan solo cuatro días, un ritmo inusual incluso para el prolífico artista de Bristol.
La primera obra de esta serie, una cabra en el borde de una cornisa en Richmond, apareció el lunes pasado. Esta fue seguida por dos elefantes asomando sus cabezas por ventanas tapiadas en Chelsea el martes, y tres monos colgando de un puente ferroviario en Shoreditch el miércoles. Cada una de estas piezas ha desatado especulaciones sobre su significado, con teorías que van desde críticas a los disturbios de extrema derecha en el Reino Unido hasta comentarios sobre la crisis climática.
El robo del lobo ha provocado reacciones encontradas. Mientras algunos consideran que el incidente refleja la volatilidad del mercado del arte y la falta de protección para el arte urbano, otros ven en este suceso un reflejo del mensaje subyacente de Banksy sobre la fragilidad y la vulnerabilidad en la sociedad moderna.
El profesor universitario Fawaz Gerges, quien visitó la obra antes de que fuera robada, sugirió que Banksy podría estar utilizando estos animales salvajes para hacer una declaración sobre la crisis ecológica y la deshumanización en la sociedad actual.
La rapidez con la que fue sustraída la obra de Peckham ha generado también una conversación sobre la propiedad del arte urbano. Mientras algunos argumentan que las obras de Banksy deberían ser preservadas y protegidas como patrimonio cultural, otros creen que su naturaleza efímera es parte de su esencia, y que su desaparición añade una capa de significado a la obra.
Este incidente, junto con la reciente desfiguración de una de sus obras de elefantes en Chelsea plantea, como en cada una de sus obras, reflexiones artísticas cruciales sobre la protección de la expresión artística y su preservación.
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