Connect with us

México

“Mentiras con toga: la farsa de Tere Guerra”

Published

on

Foto: Opinia

Tere Guerra ha convertido el engaño en su especialidad académica. Con el aire doctoral que tanto presume, pretende convencer al pueblo de Ahome de que la Suprema Corte “resolvió en contra” de Gerardo Octavio Vargas Landeros. Falso de toda falsedad. La Corte simplemente archivó la controversia porque el sustituto municipal )colocado a modo por el Congreso) decidió desistirse. No hubo análisis de fondo, no hubo derrota jurídica. Solo un trámite de rendición política.

La “doctora en Derecho” miente, engaña con argumentos dignos de una tesis mal sustentada así como se acostumbra ahora en días. Bajo qué intereses, con la orden de quién, es la verdadera pregunta. Su discurso parece diseñado para fabricar una pseudo razón, pero lo único que confirma es una ignorancia aferrada y ciega.

Primero, Guerra presume que la Corte reconoció la “legalidad más extensa” de Antonio Menéndez como presidente de Ahome. Lo que omite es que la resolución jamás entró al fondo del asunto. No se analizó la legalidad de la destitución ni la declaratoria del Congreso, solo se reconoció que el Municipio está representado por quien ocupe la presidencia en turno. Pretender lo contrario es manipulación pura.

Segundo, la diputada se aferra a una jurisprudencia caduca, superada hace más de dos años, que cerraba la puerta a impugnar resoluciones de congresos locales. Hoy el criterio es otro: las declaratorias de procedencia sí pueden ser recurridas. Un abogado que no se actualiza, decía Couture, es cada día menos abogado. Guerra no solo se ha quedado atrás, sino que se atrinchera en tesis muertas para vender humo a la ciudadanía.

Tercero, confunde (o finge confundir) el papel de la justicia federal. Minimiza la competencia de los jueces, como si una suspensión definitiva con efectos restitutorios fuera letra muerta. Omite que un juez federal puede ordenar la restitución de Vargas Landeros en cumplimiento a dicha suspensión, incluso con el auxilio de la fuerza pública. Ignorar esto no es descuido, es manipulación calculada.

Cuarto, insiste en que existe una “resolución definitiva” que nadie puede contradecir. ¿Cuál resolución? Si el propio proyecto de la Corte aclara que la destitución no forma parte del juicio. Lo que Guerra ofrece no es certeza jurídica, sino demencia selectiva: ve lo que conviene, calla lo que incomoda.

En contraste, Vargas Landeros actuó con congruencia al defender la autonomía municipal. No se arrodilló ante auditorías selectivas ni fiscalizaciones sospechosas. Fue removido por maniobra política, no por sentencia judicial. Que hoy la diputada intente vender esa rendición como victoria solo exhibe sus aspiraciones turbias.

Al final, el verdadero peligro no es que Vargas pelee por su causa, sino que personajes como Tere Guerra usen un título de “Doctora en Derecho” como patente de corso para mentir impunemente.

Publicidad