Los restos de las 67 personas fallecidas en el choque entre un avión de American Airlines y un helicóptero del Ejército cerca de Washington, D.C. la semana pasada, han sido recuperados, informó este martes la autoridades. Solo uno de los cuerpos permanece sin identificar.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE. UU. (NTSB) investiga nuevos datos que podrían indicar que el helicóptero superó su altitud máxima de vuelo, que es de 61 metros. Los registros de control aéreo lo ubicaban a 91 metros, lo que podría haberse redondeado a 100 pies, según las autoridades.
Los equipos de recuperación, trabajando en condiciones difíciles, sacaron fragmentos importantes del avión del río Potomac, como el ala derecha y partes del fuselaje. El servicio médico forense ya trabaja en la identificación del último conjunto de restos.
El accidente ocurrió cuando el avión de American Airlines se aproximaba al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, y todas las personas a bordo, tanto del avión como del helicóptero, perdieron la vida. La investigación continúa, con un informe preliminar esperado en 30 días. Este es el accidente más mortal en EE. UU. desde 2001.