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Opinologa
Internacional.- El 19 de julio de 2024, el mundo fue testigo de un apagón informático sin precedentes que afectó a múltiples sectores críticos, desde aeropuertos hasta hospitales y sistemas financieros. La causa principal de este apagón fue una actualización defectuosa en el software antivirus Falcon de CrowdStrike, un proveedor líder en ciberseguridad.
El incidente comenzó con una actualización de contenido para hosts de Windows, específicamente diseñada para mejorar la protección contra ciberataques. Sin embargo, esta actualización contenía un defecto significativo que resultó en la aparición de la temida “pantalla azul de la muerte” en millones de computadoras que ejecutaban sistemas operativos Windows. Este fallo no solo interrumpió las operaciones de usuarios individuales, sino que también afectó a sistemas críticos de empresas y servicios gubernamentales a nivel mundial.
Respuesta y Mitigación
El CEO de CrowdStrike, George Kurtz, se disculpó públicamente por el impacto global de la actualización defectuosa y afirmó que la empresa había identificado, aislado y corregido el problema. Microsoft, cuya plataforma en la nube Azure fue utilizada por CrowdStrike, también confirmó que la “causa subyacente” del fallo había sido solucionada, aunque persistían algunos efectos residuales. Ambas empresas trabajaron conjuntamente para implementar mitigaciones adicionales y restaurar completamente los servicios afectados.
Este incidente subrayó varias vulnerabilidades críticas en la infraestructura digital moderna: