La demanda del príncipe Enrique contra los tabloides británicos por espionaje ilegal se encuentra en suspenso debido a intensas negociaciones de último minuto para llegar a un acuerdo fuera de la corte.
El juicio, que debía comenzar esta semana, fue retrasado después de que se plantearan disputas legales sobre la posibilidad de un acuerdo. Enrique y otros demandantes acusan a News Group Newspapers, la editorial de los tabloides The Sun y News of the World, de interceptar ilegalmente sus comunicaciones y violar su privacidad entre 1996 y 2011, en lo que se conoce como el escándalo del espionaje telefónico.
El príncipe, de 40 años, ha sido uno de los pocos demandantes que aún no ha resuelto su caso fuera de la corte, lo que lo coloca en una posición clave en la lucha contra la prensa sensacionalista.
El juicio podría ponerlo nuevamente en el estrado de los testigos y, de ser así, se espera que dure diez semanas. Enrique ha criticado en varias ocasiones el trato que ha recibido de los medios de comunicación, a los que culpa por la muerte de su madre, la princesa Diana, y por las constantes agresiones hacia su esposa, Meghan Markle. Esta batalla legal ha sido una de las principales causas de su ruptura con la familia real.
Sin embargo, el riesgo financiero de perder la demanda es alto, ya que, de acuerdo con la ley inglesa, un demandante que gane menos de lo que se le ofreció en un acuerdo debe pagar las costas legales de ambas partes. Esto ha llevado a muchos demandantes, como el actor Hugh Grant, a aceptar acuerdos millonarios. A pesar de este riesgo, Enrique ha dejado claro que no se rendirá y está decidido a llegar hasta el final de este caso para garantizar la rendición de cuentas de los medios de comunicación.
El retraso del juicio se dio en un contexto de disputas legales sobre un acuerdo inminente. Aunque los abogados de ambas partes insistieron en que las negociaciones fueron productivas, el juez expresó su frustración por la demora y subrayó que las partes habían tenido meses para llegar a un acuerdo. A pesar de los obstáculos, las partes involucradas decidieron recurrir a la Corte de Apelaciones, lo que podría retrasar aún más el juicio.