México.- En los últimos días de su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó que su objetivo principal fue servir al pueblo y transformar a México. Durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario expresó que gobernó con “amor” y satisfacción por los avances alcanzados en el país bajo su administración, enmarcada por los ideales de la Cuarta Transformación.
“Me dediqué a servir al pueblo y lo hice con mucho amor. Se puede gobernar bien cuando se tiene como propósito el servir al pueblo, eso es lo mejor y esa es una gran satisfacción. Vamos muy bien en el proceso de cambio, en el proceso de transformación y que debemos continuar de esta manera porque está bien la economía, porque hay bienestar, porque se ha avanzado en garantizar la paz y la tranquilidad”, señaló el mandatario.
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Entre los logros más destacados de su gobierno, López Obrador subrayó la histórica reducción de la pobreza y la desigualdad, destacando que este avance es uno de los principales éxitos de su administración. A pesar de las críticas de sus opositores, afirmó que este logro es “un timbre de orgullo” que llena de satisfacción su salida de la vida pública.
El presidente también destacó el buen estado de ánimo general en el país y resaltó datos proporcionados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ubican a México en segundo lugar a nivel mundial en satisfacción de vida entre estudiantes de 15 años, con un 55.9% expresando alta satisfacción.
Otro punto clave de su gestión fue la estabilidad del peso mexicano, que, según el mandatario, se mantuvo fuerte frente al dólar durante todo su sexenio. López Obrador mencionó que, a diferencia de gobiernos anteriores, su administración culminará el 30 de septiembre sin una devaluación de la moneda, algo que no se había logrado en más de 50 años. Citó como contraste las apreciaciones negativas que se registraron en sexenios pasados: de Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto, todas las administraciones enfrentaron devaluaciones significativas.
En su mensaje de despedida, López Obrador agradeció al pueblo de México por confiar en la Cuarta Transformación y por optar por la continuidad con Claudia Sheinbaum Pardo, quien asumirá la presidencia el próximo 1 de octubre. Agradeció a la vida y al pueblo por permitirle cumplir su labor, asegurando que se va “con la conciencia tranquila y muy contento”.
Asimismo, dirigió un mensaje especial a los jóvenes del país, destacando la importancia de la autoridad moral y la honestidad en el liderazgo. “Si uno es dirigente y quiere transformar una realidad de opresión, de injusticias, de privilegios, hay que tener autoridad moral, hay que ser honesto, porque si no, no puede uno, lo destruyen”, afirmó, recordando los muchos retos y acusaciones que ha enfrentado a lo largo de su carrera política.
En su último tramo como presidente, López Obrador reiteró su visión de la política como un “apostolado” que requiere principios e ideales firmes para superar las adversidades y lograr un cambio verdadero.
