Por Redacción | Tijuana, Baja California, 15 de diciembre de 2025.
Ante las versiones que lo colocan como parte de un grupo político junto al exdelegado de Programas del Bienestar, Jesús Ruiz Uribe, Fernando Castro Trenti hace un corte de caja. Reconoce que coincidieron en el pasado como diputados locales, entre 2001 y 2004, cuando formaron mayoría contra el PAN y empujaron agendas de transparencia.
En aquel momento, describe, su alianza se basó en inclinar la balanza legislativa frente a un partido en el poder que, a su juicio, abusó de la hacienda pública y permitió la expansión de la inseguridad. Sin embargo, insiste en que hoy no existe un grupo político conjunto ni “células” internas, porque en Morena “no se valen las tribus”.
Para el diputado, los militantes son personas individuales que no están por encima de los retos del movimiento. Su propósito personal, dice, es contribuir a que las propuestas de Claudia Sheinbaum se materialicen en Baja California y asegurar que el PAN no regrese al gobierno estatal.
Al abordar de nuevo la figura de Marina del Pilar, Castro Trenti subraya que la pérdida de su visa estadounidense fue manejada con honestidad por la propia gobernadora, que lo comunicó públicamente cuando pudo haber guardado silencio. Recuerda que el Departamento de Estado no publica listas de a quiénes se les otorgan o retiran visas, por lo que la información no habría salido a la luz de no ser por ella misma.
Lo “raro”, expone, fue que se tratara de una gobernadora, pero aclara que no existe acción política, diplomática ni legal en su contra derivada de ese hecho. Para él, las especulaciones que intentan unir la visa con conductas indebidas carecen de sustento y responden más a deseos de ver debilitada a una figura clave de la 4T en la entidad.
Castro Trenti concluye que, lejos de frenarla, ese episodio ha mostrado que Marina del Pilar tiene margen para seguir sirviendo al movimiento, incluso en un eventual cargo federal.
