Estados Unidos.- Luego de que el pasado 20 de abril, un gran cohete Starship explotara en los cielos de Texas pocos minutos después de un exitoso despegue de prueba, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos informó a la empresa aeroespacial SpaceX necesitará hacer ciertas correcciones.
Para poder volver a lanzar el Starship Super Heavy, su cohete espacial con la última tecnología, Space X deberá hacer 63 modificaciones, norma que podría retrasar la misión Artemisa 3 a la Luna.
El retraso en la misión espacial de la NASA se debe a que este organismo pidió a la compañía de Musk una versión modificada del Starship, en la cual se llevarán a sus astronautas a la superficie lunar.
La autoridad federal estadounidense aclara que “el cierre de la investigación del percance no indica una reanudación inmediata de los lanzamientos de Starship en Boca Chica”, en Texas y que “SpaceX debe implementar todas las acciones correctivas que afecten la seguridad pública y solicitar y recibir una modificación de la licencia de la FAA que aborde todos los requisitos regulatorios aplicables, ambientales y de seguridad antes del próximo lanzamiento de Starship“.
El trágico suceso acontecido el 20 de abril parecía que todo iba según lo previsto en los primeros momentos del despegue, sin embargo, el cohete empezó a dar vueltas sobre su eje y en vez de separarse, tal y como estaba programado en la primera etapa de vuelo, la nave terminó explotando y sin finalizar los 90 minutos de travesía programados antes de amerizar cerca de Hawái.
La prueba fallida de abril estaba considerada un paso muy importante para la compañía, pues el cohete estaba diseñado para transportar a personas a la órbita terrestre, la Luna y Marte y componiéndose de esta nave y un propulsor (Super Heavy Rocket).
