Mientras el presidente Donald Trump intensifica las medidas contra los inmigrantes indocumentados, muchas familias se ven obligadas a evaluar si es seguro enviar a sus hijos a la escuela.
Aunque algunos distritos escolares han asegurado que las escuelas siguen siendo lugares seguros, el reciente anuncio de Trump, que permite a las agencias federales de inmigración realizar arrestos en lugares sensibles como escuelas y hospitales, ha generado temor entre las familias migrantes.
Los cambios en la política han incrementado la incertidumbre y el miedo, incluso entre aquellos con estatus legal, ya que temen que las redadas puedan ocurrir en cualquier momento.
Las escuelas, por su parte, están tratando de tranquilizar a los padres, aunque en algunas zonas no se han dado garantías claras.
El panorama para las familias inmigrantes es incierto, y muchos se sienten atrapados entre la necesidad de proteger a sus hijos y el temor de que el sistema escolar, que alguna vez fue considerado un lugar seguro, ya no lo sea bajo las nuevas políticas de la administración Trump.
A medida que las autoridades intensifican las medidas de control migratorio, el miedo entre las familias migrantes continúa creciendo, afectando la vida escolar de los niños y generando una profunda preocupación por su futuro.