El 5 de junio de 2009, Hermosillo vivió una de sus peores heridas colectivas: 49 bebés perdieron la vida en el incendio de la Guardería ABC. A 16 años de distancia, el dolor sigue presente, pero también la memoria y la gratitud.
Este año, por primera vez, sobrevivientes del incendio –ahora adolescentes y jóvenes adultos– se reencontraron con Héctor, un quiropráctico que arriesgó su vida para salvar a varios de ellos aquel día. Por años, Héctor prefirió el anonimato, pero su acto de valentía quedó guardado en las vidas que ayudó a preservar.
“Qué más me hubiera gustado que haber dado más, pero se hizo lo que se pudo”, dijo con humildad. Para Damián, Alexia, Gabriel, Ángel y otros jóvenes sobrevivientes, fue conmovedor estrechar la mano de quien les dio una segunda oportunidad de vida.
También se reconoció la labor del cuerpo de bomberos que respondió aquel día con heroísmo. La exigencia de justicia sigue vigente, pero hoy también se honran la vida, la solidaridad y la memoria.