México.- La Selección Mexicana aseguró su pase a las semifinales de la Concacaf Nations League con una contundente victoria de 4-0 sobre Honduras. El triunfo, aunque destacable, llega en medio de un entorno polémico marcado por críticas al director técnico Javier Aguirre y una reciente controversia por un enfrentamiento verbal con la afición catracha.
Tras el partido, Aguirre ofreció una rueda de prensa en la que aceptó haber cometido errores en su comportamiento en el pasado. “He perdido la cabeza y lo reconozco… Me desconozco y me da vergüenza, soy autocrítico. Nunca he promovido la animadversión”, expresó, al referirse a los incidentes que lo involucraron con los seguidores hondureños.
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El estratega destacó que su enfoque está en mejorar el rendimiento del equipo y no en responder a las críticas. “Mi trabajo no es callar bocas, sino lograr que el equipo juegue mejor. La crítica la entiendo y la proceso, pero no me influye. Estoy aquí para trabajar, no para caer bien”, afirmó Aguirre, quien introdujo ocho cambios en el once titular para este encuentro.
El técnico también señaló la dificultad histórica de México para enfrentar a selecciones de Centroamérica. “Honduras siempre se nos ha complicado, igual que Costa Rica y El Salvador. Lo he vivido como jugador y ahora como entrenador”, comentó.
En cuanto a los próximos desafíos, Aguirre reveló que está solicitando una gira de partidos amistosos contra equipos sudamericanos para el próximo año. “Quiero que mis jugadores enfrenten ambientes distintos, que estén sometidos a presión extra, no sólo con la pelota, sino también fuera del campo. Eso es clave para su desarrollo”, indicó, refiriéndose a su petición al director de selecciones nacionales, Duilio Davino.
A pesar de la goleada y el avance en el torneo, el entorno sigue siendo de alta exigencia para la Selección Mexicana, que busca consolidar su estilo de juego y fortalecer la confianza de cara a futuros retos internacionales.
