Ensenada, Baja California.- La búsqueda de tres surfistas extranjeros desaparecidos en Baja California ha culminado en el hallazgo de sus cuerpos, confirmados por sus familiares tras su identificación en la Fiscalía General del Estado (FGE). Los cuerpos, encontrados en un pozo cerca de la costa, presentaban signos de violencia extrema, incluidos golpes y al menos un disparo en la cabeza.
La fiscal General del Estado, María Elena Andrade Ramírez, reveló detalles preocupantes durante una conferencia de prensa. Indicó que el móvil del ataque parece haber sido el robo de las llantas y rines del vehículo de una de las víctimas, un pick-up Chevrolet Colorado. Este incidente desencadenó el triple homicidio, con las víctimas arrojadas a un pozo de 15 metros de profundidad, ubicado a varios kilómetros del lugar del asalto.
Los investigadores descubrieron que todos los cuerpos tenían heridas de bala en la cabeza, lo que sugiere una ejecución planificada. Andrade Ramírez descartó que el ataque fuera dirigido a turistas, afirmando que fue un intento de robo que terminó en tragedia cuando las víctimas resistieron.
Ramón Álvarez, director del Centro Estatal de Ciencias Forenses, respaldó estas afirmaciones al confirmar la presencia de piezas dentales y lesiones compatibles con sometimiento en la escena. Además, se encontró al menos un casquillo percutido y restos de casas de campaña quemadas.
El arresto de Jesús Gerardo “N”, conocido como “El Kekas”, se realizó bajo cargos de desaparición forzada en relación directa con el multihomicidio. Sin embargo, las autoridades han detenido a otras dos personas, identificadas como Ari Gisel y Cristian Alejandro, bajo cargos federales de narcomenudeo.
A pesar de estos arrestos, la fiscal Andrade Ramírez expresó que hay evidencia de la participación de más personas en el incidente, aunque aún se desconoce cuántas. La identificación visual de los cuerpos se ha llevado a cabo con la ayuda de los familiares, pero se están considerando pruebas genéticas para confirmar las identidades.
La tragedia ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad en la región, especialmente entre los turistas y expatriados. La zona de Ensenada, donde ocurrió el incidente, generalmente se considera segura, pero este incidente ha generado interrogantes sobre la viabilidad de actividades como el camping en áreas remotas.
La madre de los australianos desaparecidos, Debra Robinson, había lanzado una convocatoria de búsqueda antes de la confirmación de sus muertes. Ahora, la trágica realidad ha golpeado a estas familias y ha conmocionado a la comunidad internacional, recordando incidentes similares en el pasado.
