Internacional.- El gobierno canadiense ha tomado una decisión que marca un cambio significativo en su política migratoria al suspender la emisión de permisos de trabajo para personas extranjeras, medida que ha generado un amplio debate tanto dentro como fuera del país. La decisión, que fue anunciada sorpresivamente el pasado miércoles, responde a las crecientes críticas sobre las políticas migratorias de Canadá y a los desafíos económicos que enfrenta la nación.
Esta suspensión, que en principio estaba programada para entrar en vigor en febrero de 2025, se ha adelantado con el objetivo de “recalibrar el número de residentes temporales en Canadá y preservar la integridad del sistema de inmigración”, según afirmó el Ministerio de Inmigración canadiense en un comunicado. La medida busca limitar el número de trabajadores extranjeros que participan en la economía canadiense y tener un mayor control sobre los solicitantes de refugio que llegan al país.
Esta política, que ya había sido implementada durante la pandemia de COVID-19 para ayudar a los turistas extranjeros que no pudieron regresar a sus lugares de origen debido al cierre de fronteras, ahora se reactiva en un contexto de creciente presión social y económica.
El número de residentes temporales extranjeros en Canadá ha alcanzado los 2.8 millones, duplicándose en comparación con los 1.4 millones registrados en 2022. Este rápido crecimiento ha generado preocupaciones en diversos sectores de la sociedad canadiense, que han protestado en contra del aumento del costo de la vida, la escasez de viviendas asequibles y la alta tasa de desempleo entre los nuevos inmigrantes.
En respuesta a estas demandas, el gobierno ha decidido no solo suspender los permisos de trabajo, sino también imponer límites al número de estudiantes extranjeros y reducir sustancialmente el programa de trabajadores temporales extranjeros. El objetivo es reducir la proporción de residentes temporales extranjeros del 6.1% actual al 5% de la población total.
La suspensión de los permisos de trabajo también tiene implicaciones para aquellos que estaban en proceso de obtener este documento, generando incertidumbre y preocupación entre los solicitantes. Además, se espera que en los próximos meses el gobierno canadiense anuncie cambios adicionales para reducir la inmigración permanente, aunque los detalles aún no han sido revelados.
A pesar de estas restricciones, Canadá sigue comprometido con la inmigración, como lo demuestran las cifras oficiales. En 2022, el país autorizó la llegada de 431 mil 645 inmigrantes, cifra que aumentó a 465 mil en 2023. Se espera que en 2024 el número ascienda a 485 mil y en 2025 a 500 mil, lo que refleja el equilibrio que el gobierno busca entre la apertura a la inmigración y el control del crecimiento demográfico y los recursos del país.
