Ciudad de México.- El peso mexicano ha experimentado una depreciación significativa, superando la barrera psicológica de los 20 pesos por dólar, una situación que no se veía desde octubre de 2022. Este debilitamiento de la moneda nacional ocurre en un contexto de incertidumbre económica y política tanto en México como en Estados Unidos. En la mañana del martes 5 de septiembre, el tipo de cambio se situó en 20.0841 pesos por dólar, lo que representa una caída del 0.70% respecto al cierre anterior reportado por el Banco de México (Banxico). Según Monex, esta situación refleja una tendencia alcista del tipo de cambio que podría persistir y alcanzar los 20.50 pesos durante septiembre.
Uno de los factores que influyen en la depreciación del peso es la reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial en la Cámara de Diputados de México. Se espera que esta reforma sea discutida y votada en el Senado en los próximos días. La posibilidad de que se apruebe ha generado preocupaciones en sectores como el empresarial y entre algunos de los principales socios comerciales de México, como Estados Unidos y Canadá, cuyas embajadas han expresado inquietudes sobre los riesgos que esta reforma podría representar para la democracia y la impartición de justicia.
A pesar de las preocupaciones, figuras políticas clave como el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum han asegurado que la reforma no debe ser motivo de alarma. Según Sheinbaum, la elección de ministros, jueces y magistrados mediante voto popular, propuesta central de la reforma, contribuiría a combatir la corrupción en el Poder Judicial y, en consecuencia, aumentar la confianza de los inversionistas extranjeros en el país. Sin embargo, esta postura ha sido cuestionada por varios sectores, incluido el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, así como por trabajadores del sistema judicial y estudiantes de derecho, quienes consideran que la elección popular no garantiza una mejor impartición de justicia.
Otro factor determinante en la depreciación del peso es la evolución del mercado laboral en Estados Unidos. Según datos recientes, el sector privado estadounidense añadió 99,000 puestos de trabajo en agosto, su menor crecimiento en tres años y medio, lo que podría ser una señal de desaceleración económica. Además, las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo en Estados Unidos cayeron en 5,000 la semana pasada, mientras que el número de ofertas de trabajo también disminuyó, lo que añade presión al panorama económico. Esta situación ha incrementado la cautela en los mercados financieros, que están a la espera de los datos de la nómina no agrícola de Estados Unidos que se publicarán próximamente.
CIBanco atribuye el debilitamiento del peso a tres factores principales: el débil reporte de empleo en Estados Unidos, la apreciación del yen japonés frente al dólar, y los avances en la reforma al Poder Judicial en México. A pesar del nerviosismo generado por estos elementos, los analistas financieros han evitado caer en alarmismo y consideran que, aunque el peso está cerca de los 20 pesos por dólar, aún puede estabilizarse. Durante el resto de la jornada, se prevé que el tipo de cambio fluctúe entre 19.95 y 20.30 pesos por dólar.
Finalmente, la depreciación del dólar a nivel global ha tenido implicaciones para otros activos, como el petróleo. El barril de Brent ha mostrado cierta recuperación después de haber tocado mínimos anuales, impulsado por la baja en los inventarios de crudo en Estados Unidos y la posible decisión de la OPEP+ de retrasar su aumento de producción. El WTI, referencia en Estados Unidos, también registró un ligero incremento, alcanzando los 69.97 dólares por barril.
