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OpinologaCiudad de México.- En una conferencia matutina del 9 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que su hijo, Andrés Manuel López Beltrán, busca participar activamente en el partido Morena. Su hijo de 38 años, ha manifestado su intención de contender por un cargo dentro del partido, específicamente en la Secretaría General de Morena, una posición que ha generado debate público sobre posibles acusaciones de nepotismo. Sin embargo, López Obrador aclaró que su hijo no pretende imponerse, sino ser electo democráticamente, destacando que no influirá en el proceso.
El presidente explicó que desde hace tiempo existe un acuerdo familiar en el que sus hijos no participarían en el gobierno mientras él ocupara un cargo público. Esta restricción terminará el 1 de octubre de 2024, cuando López Obrador se jubile. En palabras del mandatario, sus hijos han respetado este compromiso y, aunque han crecido en un entorno político, se han mantenido al margen de las actividades gubernamentales durante su mandato.
“Ellos no iban a trabajar en el gobierno, y lo han cumplido. Ya están grandes y ahora son libres de participar”, comentó el presidente.
Andrés Manuel López Beltrán ha trabajado en diversos proyectos vinculados a Morena, pero sin ocupar cargos públicos de alto nivel. Los hijos de López Obrador están en el ojo del huracán desde hace tiempo ya debido a investigaciones periodísticas que han exhibido las relaciones comerciales que mantuvieron un grupo de amigos de los hijos del presidente con el Gobierno durante este sexenio.
Por su parte, Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, defendió el derecho de López Beltrán a participar en política. Durante la misma conferencia, Sheinbaum respondió a los cuestionamientos afirmando que “tienen derecho a participar políticamente”, y que la decisión de quién ocupará los cargos en Morena dependerá del congreso del partido. Además, aclaró que sus propios hijos no tienen interés en involucrarse en la política.
El presidente López Obrador también abordó las críticas sobre presuntas investigaciones que involucran a sus hijos en actos de corrupción, específicamente en proyectos como el Tren Maya. Rechazó categóricamente estas acusaciones, asegurando que no han estado involucrados en escándalos de corrupción: “Falso, nunca han estado envueltos en escándalos de corrupción”.
Finalmente, López Obrador subrayó que el legado político que dejará pertenece al pueblo y no a su familia. Afirmó que su contribución a la transformación del país no puede ser heredada, ni apropiada por nadie, incluidos sus hijos.
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