Rusia.- El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió sobre la posibilidad de utilizar el misil hipersónico Oreshnik para atacar centros de toma de decisiones en Kiev, si continúan los ataques con armas de largo alcance suministradas por Occidente contra territorio ruso. Durante una rueda de prensa en Astaná, Kazajistán, tras participar en una cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), el mandatario afirmó que el uso de esta nueva arma dependerá de las circunstancias y de las decisiones del Ministerio de Defensa ruso.
“No descartamos el uso del Oreshnik contra instalaciones militares y de la industria militar o contra los centros de toma de decisiones en Kiev”, declaró Putin. La amenaza llega tras los ataques masivos de las fuerzas rusas contra Ucrania, que Moscú justificó como respuesta al disparo de misiles ATACMS estadounidenses sobre territorio ruso.
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Putin denunció que Ucrania continúa intentando atacar infraestructuras críticas en Rusia, incluidas las ubicadas en Moscú y San Petersburgo, y aseguró que las represalias serán proporcionales a las agresiones. “Vamos a responder a los actos de agresión contra Rusia. Cómo, cuándo y con qué armas dependerá del Ministerio de Defensa”, afirmó.
El mandatario también destacó que Rusia tiene pleno conocimiento de la cantidad y ubicación de los misiles ATACMS y Storm Shadow en Ucrania, y aseguró que su país produce más misiles que “todos los países de la OTAN juntos”, con planes para aumentar aún más su capacidad de producción.
En cuanto a las especulaciones sobre el posible suministro de armas nucleares a Ucrania, Putin fue enfático en su rechazo. “Si esto ocurre, utilizaremos todos -y subrayo todos- los medios a nuestro alcance. No lo toleraremos”, sentenció, calificando estas propuestas como irresponsables.
A pesar de las tensiones, Putin afirmó que su disposición para negociar la paz no ha cambiado, reiterando los términos que mencionó en su discurso de junio ante el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Sin embargo, su tono marcadamente beligerante y las recientes acciones militares de Moscú complican la perspectiva de un diálogo cercano.
