Estados Unidos.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que buscará reinstaurar la pena de muerte a nivel federal al asumir el cargo en enero. En una declaración publicada en su red social Truth Social, Trump criticó severamente al presidente saliente, Joe Biden, por conmutar las condenas a muerte de 37 reclusos federales, calificando la medida como una “traición” a las víctimas y sus familias.
“Joe Biden acaba de conmutar la sentencia de muerte a 37 de los peores asesinos de nuestro país. Los familiares y amigos de las víctimas están devastados. ¡No pueden creer que esto esté sucediendo!”, señaló Trump, según reportes de las agencias Reuters y AFP.
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La decisión de Biden, anunciada el lunes, convierte las penas de muerte de los condenados en cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Entre los beneficiados figuran personas condenadas por asesinatos cometidos durante robos a bancos y ataques en prisión, según los informes. Sin embargo, tres de los casos más emblemáticos no recibieron el perdón presidencial: Djokhar Tsarnaev, autor del atentado de la maratón de Boston en 2013; Dylann Roof, quien mató a nueve personas negras en una iglesia de Charleston en 2015; y Robert Bowers, responsable de la masacre en una sinagoga de Pittsburgh en 2018.
Biden, quien impuso una moratoria a las ejecuciones federales en 2021, defendió su decisión señalando que está en contra del uso de la pena capital. “Guiado por mi conciencia y mi experiencia, estoy más convencido que nunca de que debemos poner fin al uso de la pena de muerte a nivel federal”, afirmó el mandatario saliente, de acuerdo con Reuters.
El republicano Trump, sin embargo, prometió que revertirá esta política al asumir la presidencia, instruyendo al Departamento de Justicia a “perseguir de manera vigorosa” la pena de muerte para los “violadores violentos, asesinos y monstruos”.
La pena de muerte sigue siendo un tema divisivo en Estados Unidos. Según AFP, en 2024 se llevaron a cabo 25 ejecuciones en el país, todas a nivel estatal. Actualmente, 23 estados han abolido esta práctica, mientras que seis más la mantienen en moratoria.
Este enfrentamiento en torno a la pena capital refleja las profundas diferencias ideológicas entre la administración saliente de Biden y el gobierno entrante de Trump, quien busca endurecer las políticas de justicia penal a nivel nacional.
