Este jueves, dos cazas surcoreanos accidentalmente lanzaron ocho bombas en una zona civil durante un ejercicio conjunto con fuerzas estadounidenses, lo que dejó ocho personas heridas, según informaron las autoridades.
Las bombas MK-82, lanzadas por los cazas KF-16, cayeron fuera de un campo de tiro en Pocheon, cerca de la frontera con Corea del Norte. La Fuerza Aérea surcoreana se disculpó y expresó su deseo de que los heridos se recuperen pronto, anunciando que ofrecerá compensación y tomará las medidas necesarias.
Los cazas participaban en maniobras de un día con el ejército estadounidense, y un funcionario de la Fuerza Aérea indicó que el incidente fue causado por una coordenada incorrecta introducida por el piloto de uno de los aviones. La Fuerza Aérea formará una comisión para investigar el accidente y los daños causados a los civiles.
El alcalde de Pocheon, Paek Young-hyun, calificó los bombardeos de “horribles” y pidió la suspensión de las maniobras en la ciudad hasta que se tomen medidas preventivas. Testigos en la zona, como una mujer de 70 años, describieron el sonido de las explosiones como aterrador.
En respuesta, el Ejército surcoreano suspendió los ejercicios de fuego real en todo el país. Se desconocen los detalles sobre la duración de la suspensión, pero se espera que dure hasta que se determine la causa del accidente y se implementen medidas para evitar futuras ocurrencias.
El incidente dejó seis civiles y dos soldados heridos, de los cuales cuatro civiles, incluidos dos extranjeros, se encuentran graves. Además, varias casas, una iglesia católica y un invernadero resultaron parcialmente dañados, aunque no directamente por las bombas.
