Tijuana .- En la emblemática calle Segunda y Constitución, en la Zona Centro de Tijuana, José Hernández y su inseparable canario “Alejandro” ofrecen a los transeúntes una oportunidad única para conocer su destino, fortuna o amor.
Los pajaritos de la suerte, tradición que se remonta a la época de la Revolución Mexicana, han formado parte del folclor urbano en diversas ciudades del país. Estas pequeñas aves, adiestradas con paciencia y cariño, tienen la tarea de elegir mensajes de inspiración para quienes se animan a probar su suerte.
Para José, Alejandro no es solo un compañero de trabajo, sino parte de su familia. Juntos han desarrollado un vínculo de confianza que hace posible esta peculiar práctica. “Lo que me gusta más es que las cartitas son mensajes de animación, de inspiración, incluso de orientación que pueden aportar un beneficio a las personas”, comparte.
El proceso es simple: basta con decir el nombre en voz alta, y el pequeño canario saldrá de su jaula para seleccionar cuatro papelitos con mensajes positivos, llevando consigo una tradición que sigue cautivando a propios y extraños.