Tres años después de su inauguración, la refinería de Dos Bocas en Tabasco continúa enfrentando problemas operativos. Pemex reconoció que tuvo que suspender actividades durante dos meses, entre diciembre de 2024 y febrero de 2025, debido al suministro de petróleo que no cumplía con los parámetros necesarios para su procesamiento.
A pesar de estar diseñada para procesar crudo pesado, la refinería no pudo operar con el tipo de hidrocarburo recibido, lo que derivó en un paro técnico. Expertos del sector energético también han señalado que las fallas no se limitan a la calidad del crudo, sino que incluyen problemas en las instalaciones y la falta de certificaciones completas para operar a niveles industriales.
El megaproyecto fue anunciado originalmente con un costo estimado de 8 mil millones de dólares, pero hoy ya supera los 20 mil millones. Actualmente, Dos Bocas opera apenas al 18.4% de su capacidad total, es decir, lejos de los 340 mil barriles diarios que prometía producir.
Con estos nuevos datos revelados por Pemex ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), crece la preocupación por el impacto financiero y operativo de esta obra emblemática del gobierno federal.
