De lesbianas va la historia de la marcha del orgullo en México

Cuando se habla de la marcha del orgullo se habla también de Marsha P. Johnson, una mujer trans, afrodescentiente y trabajadora sexual, quien se cansó de las agresiones de un sistema político y social que le negaba el reconocimiento de su existencia. Marsha junto a su fiel compañera Sylvia Rivera pasaron a la historia para convertirse en un ícono del movimiento LGBT en el mundo, y marcó un precedente para la visibilidad de la comunidad diversa.

La mayoría en la diversidad reconoce a Stonewall como el punto de partida del movimiento LGBT+, la historia del bar se remonta a cuando en el 68, seis policías hicieron una redada durante una calurosa noche de junio, y un valiente, de acuerdo con el mito, se enfrentó a la policía lanzando una ladrillo que encendería la llama de la que tantos siglos estuvo reprimida.

Sin embargo hablar de Stonewall, de Marsha y de Sylvia como la historia universal de la comunidad es también invisibilidad el movimiento mexicano, y la falta de reconocimiento de sus defensores en nuestro país.

Los primeros del movimientos en México transitaron desde el silenciamiento, incluyendo los vestigios de la primera marcha en México, la cual se dio un 26 de julio del 78, en donde un pequeño contingente se unió a las peticiones y a la conmemoración de los homicidios ocasionados la trágica noche del 2 de octubre, en Tlatelolco a mano del estado mexicano, ¿qué repercusión podría tener un grupo de homosexuales en una conmemoración como esa? La primera marcha nada tenía que ver con una celebración de arcoíris llena de glitter y lentejuelas, fue una historia de sanación y búsqueda de justicia que haría eco.

Al mismo tiempo nacía el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), fundado por una comunidad cansada de ser alienada, en la que se encontraba la actriz y directora de teatro Nancy Cárdenas, quien junto a otros intelectuales convocan a gays y lesbianas a organizarse con base en su orientación sexual diferente.

Durante el abril de ese año se dieron una serie de denuncias sobre extorsiones y abusos policíacos llevados a cabo de manera arbitraria y sin motivos legales, cuya consecuencia fue el que la prensa nacional empezara a dar cuenta de la presencia pública de homosexuales, relacionando estos abusos con los de otros sectores sociales en donde la represión se dejaba sentir.

Posteriormente, a este frente se unió el Grupo Lambda de Liberación Homosexual y el Grupo Autónomo de Lesbianas Oikabeth, con las peticiones y proclamando justicia, los contingentes y participantes llegaron a ser mayores, instaurándose así la primera Marcha del Orgullo Homosexual en la historia de México en junio 1979, en la Ciudad de México. Si bien no fue la primera manifestación pública de un grupo de personas homosexuales, sí se trató de la primera identificada como tal en el país.

La historia por visibilizar la marcha, es también la historia de Nancy Cárdenas, actriz y dramaturga, fundadora del FHAR, quien mientras se encontraba en el noticiero más visto de la televisión mexicana: “24 Horas” de Zabludovsky, Nancy declaró ser homosexual, convirtiéndose en la primera mujer mexicana en defender públicamente y en televisión, la diversidad sexual, la homosexualidad como opción de vida digna.

Juan Jacobo Hernández, figura histórica y miembro activo del movimiento, platicaba para Vice ‘‘en el 79 que se hizo la primera marcha, la demanda inmediata era que se acabara la represión y la persecución policiaca que se daban semana tras semana. (…) Lo que buscábamos en esa primera marcha, pues era terminar con las redadas, ¡y lo logramos! Pero fue a punta de pelea y no en el sentido figurado, sino de pelea literal.’’

Desde entonces año con año manifestantes han crecido su número, con múltiples contingentes, que al tiempo en que crecían se hacían más complejos sus integrantes y con ello sus demandas, lo cual generó también una mayor acentuación del carácter lúdico y espontáneo de la marcha.

A más de 40 años de esa primera manifestación, sería conocida como Marcha del Orgullo LGBTTTI de la Ciudad de México, “Orgullo 41: Ser es resistir”.