Internacional.- Tras un encuentro íntimo, muchas parejas reportan una sensación de conexión más profunda y especial, conocida como “afterglow”. Este fenómeno, más allá de la satisfacción física, implica un estado emocional que fortalece los lazos afectivos y refuerza la intimidad emocional, según un estudio publicado en Archives of Sexual Behavior.
¿Qué es el afterglow y por qué ocurre?
El afterglow es una sensación de bienestar que puede perdurar hasta 48 horas después de un encuentro sexual, consolidando los vínculos a largo plazo. Este estado es el resultado de procesos biológicos desencadenados por la actividad sexual, como la liberación de oxitocina, la “hormona del amor”. Esta sustancia es fundamental en la creación de lazos afectivos y en la sensación de cercanía entre las parejas.
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Además de la oxitocina, las endorfinas liberadas durante el encuentro contribuyen a un efecto relajante y placentero, lo que hace del afterglow una experiencia tanto física como emocional.
Beneficios para la relación y el bienestar
El afterglow no solo representa un momento de conexión inmediata, sino que también tiene beneficios a largo plazo para las relaciones y la salud emocional:
- Fortalece el vínculo de pareja: Las parejas que experimentan un afterglow intenso suelen sentirse más conectadas y satisfechas en los días posteriores, fortaleciendo la relación.
- Reduce el estrés: Las hormonas liberadas ayudan a calmar el cuerpo y la mente, disminuyendo las tensiones acumuladas.
- Mejora el sueño: La relajación que produce este estado favorece un descanso más profundo y reparador.
- Incrementa la confianza y seguridad emocional: El afterglow fomenta una mayor sensación de cercanía y seguridad en la pareja, elementos clave para una relación duradera.
Un componente clave para relaciones saludables
El estudio destaca que estos beneficios no solo impactan de manera inmediata, sino que también incrementan la satisfacción general en la relación. La intensidad del afterglow puede variar según factores como la comunicación y el nivel de cercanía emocional entre los miembros de la pareja.
Reconocer y valorar estos momentos de conexión emocional puede ser crucial para disfrutar de una relación más plena y saludable, destacando la importancia de la intimidad física como un pilar de la felicidad compartida.
